División moral del trabajo: los casos fronterizos del trabajo sexual y el trabajo doméstico?.

ALLIONE RIBA, MARÍA GUADALUPE; AZARIAN, FIDEL

Córdoba

Jornada; I Jornadas de Estudios sobre el Trabajo en Córdoba ? Pre-ASET; 2017

UNVM - ASET - UNC-FCC

Los debates en torno a laprostitución se vinculan a una innumerable cantidad de asuntos: a la ética, ala política, al derecho, a los estudios urbanos, a la sexualidad, al género, ala clase, a las migraciones, al patriarcado, al capitalismo, etc. Por otraparte, la prostitución es, desde hace varios años, uno de los temas másurticantes y polémicos al interior del feminismo a tal punto que lo ha divididoen (al menos) dos grupos irreconciliables: feminismo radical o pro sexo,abolicionistas y regulacionistas,  antiprostitución o pro prostitución, entre otras clasificaciones. El nivel deradicalidad y enconamiento del debate es tal que hasta el modo de nominar lacomercialización de servicios sexuales supone un posicionamiento al respecto.Así es como hay quienes afirman que las prostitutas son sujetos políticos, convoluntad y capacidad para asumir en primera persona su propio destino,refiriéndose al ?trabajo sexual? como una actividad perfectamente legítima(Osborne, 2004) y hay quienes dicen que prostituir es un verbo que se conjugacon un sujeto trastocado (Chejter, 2011): en estas relaciones de?mercantilización? del sexo hay sujetos prostituyentes (los clientes y losproxenetas) y personas prostituidas (las mujeres sobre las cuales se ejerce laacción prostituyente). Perspectivas abolicionistas sostienen que laprostitución no es un trabajo porque no hay elección libre por parte de lasmujeres, ya que estas últimas se encuentran en una situación de marginalidad,opresión y pobreza que no les permite aceptar esta actividad. Este debate, sinembargo, no se da en torno al empleo doméstico, trabajo que históricamente hasido realizado por mujeres en situación de subalternidad y pobreza. No seargumenta o discute que hay consentimiento, aunque la elección también hayasido realizada por necesidades económicas y exista una tremenda precariedad yexplotación laboral. En el presente trabajo seindagará acerca de la situacionalidad de ambas actividades y, sobre todo, analizaremoslos argumentos que hacen del trabajo sexual una actividad social y moralmentereprobada, en oposición al trabajo doméstico que no lo es. Se articularan estasideas a través del concepto de divisiónmoral del trabajo -los trabajos, labores, ocupaciones y/o tareas querealiza una persona  implican una claradiferencia en los atributos morales imputados a ésta? intentando poner encuestionamiento por qué los argumentos acerca de la agencia y consentimientosólo ocurren en relación al trabajo sexual y no en relación a otros trabajos,por ejemplo, el doméstico ¿No existe tal vez una división moral del trabajo queespera y naturaliza ciertas tareas en relación las mujeres y otras no?