El aula más allá del aula: análisis antropológico del Concejo de Aula en escuelas primarias.

ARISNABARRETA, ROCÍO; CASTELLO, ANA PAULA; OSACAR, JUAN FRANCISCO; PAOLOCÁ, IVÁN

La Plata

Jornada; VII Jornadas de Jóvenes Investigadores y Extensionistas; 2017

El presente trabajo busca reflexionar acerca del aporte de la antropología a las prácticas educativas. Desde el sentido común, se entiende a la escuela y la educación estatal formal como una institución y unas prácticas homogéneas y verticalistas que se dan de la misma forma en todos lados independientemente del contexto en el que se desarrollan. Sin embargo el proceso de investigación nos llevo a desnaturalizar estas afirmaciones y creemos que este es el aporte que puede realizar la antropología: pensar no en términos de la educación sino de las educaciones. Si bien las escuelas están condicionadas por una estructura común, esto no significa que la educación se de la misma manera en todos lados ni que todos los actores involucrados hagan la misma apropiación de las estructuras en las que están inmersos. Al contrario, pensamos que al espacio educativo como un espacio social construido y atravesado por las trayectorias, sentidos, valores y posicionamientos de cada uno de los actores involucrados. Son estas articulaciones y negociaciones particulares que se realizan en cada contexto lo que hace que un aula no sea igual a otra.En este sentido, se trabajó, a través de observaciones y entrevistas, con un grupo de sexto grado de una escuela pública primaria de Villa Elisa. Identificamos formas de relacionarse que se daban en el entorno áulico y nos centramos particularmente en el momento del ?consejo de aula?. Esta es una herramienta para la resolución de conflictos entre los chicos y chicas, propuesta como política pública aunque es muy poco empleada. En este sentido, vemos el desfasaje entre lo propuesto/diseñado y lo efectivamente implementado.Ahora bien, a partir de lo observado, el consejo apunta a ser un espacio horizontal, en el que todos los chicos y chicas participen y puedan resolver por ellos mismos, a través del dialogo y con la maestra como mediadora, los conflictos que surgen entre ellos o con otros actores escolares. Al mismo tiempo, fue analizado como ritual, en donde los roles cotidianos son invertidos (los que proponen y deciden son los estudiantes), lo que la hace una práctica transformadora en tanto resuelve interacciones problemáticas en el aula, pues concebimos al conflicto en términos de Balandier, como transformador de las relaciones sociales. Por último, consideramos al consejo de aula como un espacio que experimenta una transformación transitoria de las relaciones estructurales lo cual permite la resolución de situaciones problemáticas en los que intervienen lo afectivo y las trayectorias personales de cada uno y que tiene como horizonte el desarrollo de la empatía.