Esterilización de Medios de Cultivo por Calor Húmedo

MENDOZA, JORGE ARNALDO; CICUTA, MARÍA ELENA

Corrientes

Jornada; XI Sesión de Comunicaciones Técnicas y Científicas Estudiantiles 2012; 2012

Facultad de Ciencias Veterinarias - UNNE

Un medio de cultivo es aquel sustrato, sustancia o conjunto de sustancias que contienen todos los elementos necesarios para el desarrollo y crecimiento In Vitro de un microorganismo. El mismo deberá cumplir con seis requisitos fundamentales: cubrir los requerimientos nutricionales, presentar humedad, temperatura, presión osmótica y pH adecuados para su desarrollo y condiciones de esterilidad. Este último factor es indispensable para que el resultado de la siembra en estos medios sea fidedigno. La esterilización por calor húmedo a presión es el método más eficiente para la esterilización de medios de cultivo que no contengan sustancias termolábiles. El equipo utilizado en el laboratorio es el autoclave de Chamberland que esteriliza con vapor saturado a presión, esta técnica se basa en que un líquido calentado a presión hierve a temperaturas superiores a las normales. Así, a medida que se aumenta la acumulación de vapor en el aparato, y por consiguiente la presión, también se incrementa la temperatura a la que hierve el agua. Los tiempos, temperaturas y presiones que se emplean en el laboratorio de Microbiología varían de acuerdo con la finalidad de la esterilización: 115ºC, media atmósfera durante10 minutos los medios de cultivo termosensibles; 121 ºC, 1 atmósfera durante 15 minutos medios de cultivo generales y 128 ºC, 1 atmósfera y media durante 30 minutos para descartar los medios con desarrollo microbiano. Para la preparación de dichos medios se pesan individualmente todas las drogas que lo componen y se disuelven con el volumen necesario de agua destilada en Erlenmeyer, para lograr esto se calienta en baño maría agitando con varilla de vidrio. Una vez disueltos todos los ingredientes, se mide el pH y se corrige con soluciones de ácidos o álcalis según corresponda. Los medios se fraccionan en frascos de vidrio con tapa a rosca o tapón de goma asegurando correctamente su cierre. Cada frasco debe rotularse indicando nombre, volumen y fecha de preparación. Es muy importante la ubicación de los recipientes en el interior de la caldera para que no obstaculicen la circulación del vapor, por ello no debe llenarse en exceso el autoclave. Los frascos deben colocarse en cestillas de alambre y debe tenerse la precaución que no tomen contacto con las paredes de la caldera o el agua para evitar calentamientos excesivos. Los pasos a seguir son: a) comprobar el nivel de agua de la caldera el cual debe llegar a los orificios de la rejilla, b) Introducir los medios de cultivo a esterilizar en frascos cerrados adecuadamente, c) cerrar la tapa ajustando las mariposas en cruz, d) encender el sistema de calefacción, e) mantener abierta la válvula de purgue o espita hasta que salga un chorro continuo de vapor durante 10 minutos, f) cerrar la espita, g) reajustar la tapa asegurando que no existan pérdidas de vapor, h) esperar a que el manómetro marque la presión adecuada, regular el sistema de calefacción durante el tiempo necesario, i) apagar el sistema de calefacción y esperar a que el manómetro marque 0 atmósfera, j) girar la válvula de purgue para dejar salir el vapor remanente, k) abrir la tapa y dejar enfriar los frascos antes de retirarlos. Para almacenar los medios esterilizados de modo óptimo, los frascos se conservan refrigerados a 4 ºC hasta su utilización. Si existen dudas sobre la esterilidad, evidencias de contaminación o ilegibilidad del rótulo el medio deberá ser descartado. El mantenimiento del autoclave deberá formar parte de todos los procedimientos para esterilizar. Es fundamental el uso de testigos de temperatura en el interior del autoclave. Las tiras indicadoras se colocan junto con el material a esterilizar y el viraje de color de las mismas indica que en el interior de la caldera se alcanzó la temperatura deseada en el tiempo estipulado. El correcto acondicionamiento y esterilización de los medios de cultivo aseguran una adecuada práctica microbiológica.