Fascinados por lo prohibido. La Barcelona del franquismo en los diarios y ensayos de Jaime Gil de Biedma

MARÍA DE LOS ÁNGELES ALPE

San Martín

Jornada; III Jornadas de Jóvenes Investigadores en Ciencias Sociales; 2017

IDAES-UNSAM

El poeta y prosista Jaime Gil de Biedma (1929-1990) nos ha dejado en sus textos el valioso testimonio de la vivencia de su Barcelona natal: desde las primeras impresiones que del ?turbio? centro histórico tuvo cuando niño de la mano de su padre, hasta la perversión atrayente que impregnó las noches interminables de la ciudad condal de su juventud. Era pleno franquismo. Y los jóvenes intelectuales que integraban lo que más tarde se conoció como la Generación del 50 se abrían paso con dificultad y desconcierto ?pero también con coraje? hacia una mayoría de edad velada, rayando en la ilegalidad, y que contrastaba siempre con la que se sabía existía en otras ciudades europeas. En el caso de Biedma, el aprehender las calles de Barcelona va muy ligado, por ejemplo, a la exploración de su homosexualidad y de los espacios para vivirla en la marginalidad que se le imponía. Todo aquello que uno de los personajes de Carmen Laforêt bautizaba como ?el brillo del diablo? en su icónica novela Nada (1944), el Barrio Chino y sus antros, el Raval, el puerto?se volvía así una bajada geográfica y moral a los infiernos. A diferencia de lo ocurrido con sus versos, poco trabajada ha sido la visión de lo urbano que Jaime Gil de Biedma nos dejó en sus diarios, obra maestra del género autobiográfico. El testimonio de carácter parcial y, lo sabemos, escrito con la intención de ser algún día publicado, nos lleva de la mano precisamente a la historicidad no tanto de la descripción de una urbe que ya se conoce, sino de las percepciones agudas que de ella tuvieron mentes como la de su autor ante una modernidad que arribaba nocturna, sexual y fascinante a su ciudad en dictadura.