Desigualdades entre mujeres y varones en el campo científico. Un estudio de las relaciones entre lo laboral y lo privado-doméstico en el ámbito de la Universidad Nacional del Litoral.

SACHA VICTORIA LIONE; HERNÁN APAZA

Buenos Aires

Congreso; 8º Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales; 2018

Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales

El interés académico, político y social por comprender la situación de las mujeres científicas ha ido en aumento en los últimos años. El movimiento y las luchas feministas abrieron caminos para cuestionar todo lo establecido y para comprender la base de las desigualdades de género en todos los espacios de la vida. En el campo científico, las diferencias entre hombres y mujeres son muy claras desde el punto de vista estadístico: se encuentran en los puestos más bajos, de menor prestigio y peor pagos, siendo sólo el 28% en las categorías más altas de investigación científica, de acuerdo a los últimos relevamientos. Sin embargo, este estado de situación debe ser asumido como un verdadero problema no sólo social sino científico para ser explicado. El presente trabajo de investigación quiere contribuir a los estudios de género y ciencia que ya se vienen realizando desde la década del setenta y pretende constituirse en un aporte para pensar la situación de mujeres científicas en general y las de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) en particular. Creemos que para comprender la situación de desigualdad no basta con explicarla a partir de las propias reglas que el campo científico impone a quienes en él participan sino que además merecen ser consideradas las relaciones privado-domésticas a partir de las cuales científicos y científicas producen su vida y se enfrentan a los desafíos propios del campo científico. Para ello, proponemos el estudio de las trayectorias laborales de mujeres y hombres, las dificultades, desafíos y oportunidades que enfrentan en sus carreras profesionales, el modo en el que operan los roles de género y las relaciones entre lo laboral y lo privado-doméstico.Lo expuesto nos coloca ante un problema clave: ¿Cómo se expresan las relaciones de género en el campo científico? ¿Cuál es el modo en que mujeres y hombres articulan las responsabilidades familiares y profesionales? ¿Qué relación hay entre el trabajo remunerado y el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado en científicas y científicos? El problema puede resumirse de la siguiente manera: en qué medida la redefinición del lugar de las mujeres en el campo científico ha sido acompañada por una redefinición equivalente del lugar de los hombres en el espacio privado doméstico. También, y en relación a ello, de qué modo que hombres y mujeres se encuentran en el propio campo científico. Creemos que no se puede disociar el estudio de hombres y mujeres en tanto científicos y científicas del lugar que ocupan dentro del espacio familiar. Desde el punto de vista metodológico, para alcanzar el objetivo propuesto, realizamos un estudio de caso exploratorio cualitativo. Y como procedimiento más adecuado para la producción de evidencia empírica, nos inclinamos por la entrevista semi-estructurada y en profundidad ya que se trata de una forma de discurso entre dos o más hablantes, un evento lingüístico en el que el significado de las preguntas y las respuestas están contextualmente enraizados y justamente construidos dialógicamente entre quienes entrevistan y la persona respondiente. La muestra del estudio estará constituida por investigadores e investigadoras de la Universidad Nacional del Litoral, organizadas por categorías y lugares de trabajo. Las personas participantes en esta investigación fueron seleccionadas aleatoriamente de un total de 1095 docentes investigadores e investigadoras de la UNL.Con esta investigación pretendemos visibilizar el modo en el que los roles de género operan no sólo sobre la realidad social propia del mundo privado-doméstico sino también que son una variable constitutiva del propio campo científico y que la invisibilización y renegación de sus consecuencias son un modo más de perpetuar la desigualdad. Es aquí donde radica entonces la explicación a los datos inicialmente mencionados. Son necesarias políticas académicas y científicas que consideren esta variable, rechazando explícitamente el sexismo y el androcentrismo, para alcanzar una verdadera igualdad.