BECAS
CUSCHNIR Melisa Sol
congresos y reuniones científicas
Título:
La grieta pedagógica
Autor/es:
JUDITH NAIDORF; MELISA CUSCHNIR
Lugar:
Cipolletti - Neuquen
Reunión:
Encuentro; XII Encuentro de Cátedras de Pedagogía.; 2019
Institución organizadora:
Facultad de Ciencias de la Educación Universidad Nacional del Comahue.
Resumen:
En pleno siglo XXI ningún paradigma de investigación sensato podría asumirse como meramente contemplativo, neutral y válido para todos los contextos. Aunque nos asombre lo anterior sigue ocurriendo porque los discursos se reciclan y aún calan hondo. En este artículo proponemos desarmar algunas pedagogías neoliberales de moda dando por sentado que lo obvio no es tan obvio y tiene un trasfondo y que toda teoría supone un paradigma.Acordamos que la educación es uno de los principales terrenos de disputa paracualquier gobierno. Desde nuestra perspectiva el campo pedagógico (Cabaluz; 2015) es un campo de lucha de distinto tipo, no es pacífico, no es universal, no es neutral ni objetivo y está atravesado por relaciones de poder. Este campo es político, establece jerarquías donde intervienen distintos grupos de intelectuales, académicos, profesionales, trabajadores e instituciones que participan de la disputa por construir hegemonía.En contraposición al pensamiento único, las pedagogías críticas han colaborado en develar las múltiples influencias del mercado, de los objetivos políticos traducidos en teorías educativas, a funciones escolares contradictorias que navegan entre reproducción y emancipación (Pérez Gómez, 1992) y a la característica de la educación como objeto abierto (Sacristán, 1978) que muta en su propio devenir.Sin embargo, aunque con dificultades para su legitimación y recurrencia a múltiples formas de influencia, surgen nuevas pedagogías que intentan desdibujar - ya no apelando a la cientificidad como aspecto indiscutido, sino a emociones, miedos, promesas falsas- la historicidad, provisionalidad y politicidad de toda teoría educativa y se muestran como los nuevo gurú que por fin traen claridad a los problemas actuales desestimando y desconociendo a las pedagogías previas. Si la complejidad (Morin, 2007) había calado hondo a principio de este milenio como justificación de las oposiciones (ni blanco ni negro, sino complejo) las teorías educativas que son compatibles con el neoliberalismo son conscientes que deben lidiar con la recuperación de la crítica y su incorporación para su posterior licuado y disolución.Es frecuente en las argumentaciones a favor de la propaganda de las supuestamente nuevas teorías educativas, encontrar aparentes contracaras, referencias a las críticas que sobre ellas se vierten y su posterior resolución sencilla a partir de la incorporación de las mismas a su propia legitimación. Esta recupera la apelación al sentido común neoliberal como eje articulador y legitimador que sirve al mercado y a los gobiernos que compran dichas teorías y se valen de ellas para configurar ciertas prácticas educativas que les son compatibles con su pedagogía también neoliberal.En este escrito vamos a centrarnos en la educación emocional y en el usoreduccionista de las neurociencias en la escuela que han ganado terreno en la escena educativa, con enorme influencia en los programas de formación docente, en los discursos acerca del desempeño de maestros y estudiantes en la escuela respecto de la toma de decisiones y la comprensión y resolución de conflictos. Estas corrientes pedagógicas resultan un aporte a las pedagogías neoliberales buscan construir un orden y moldear un sujeto bajo las premisas del ?liderazgo? y del ?emprendedorismo?.Un sujeto más flexible para incorporarse al mercado de trabajo con las nuevas lógicas impuestas. Controlar sus tiempos, su eficacia y sus emociones será el complemento perfecto adaptarse a la precarización laboral que hoy nos ofrece sistema. Orientar desde las políticas públicas a la educación hacia el neoliberalismo, se puede sintetizar en la colocación de la educación al servicio del nuevo mercado de trabajo; la desarticulación de la capacidad del Estado nacional para dirigir y producir la política educativa, desjerarquizar y precarizar el trabajo docente; avanzar en transferir a manos del mercado -y en particular de la oferta privada- responsabilidades importantes en la distribución del bien educativo (Filmus, 2017).El marco teórico desde el que se analizará partirá de la comprensión de losparadigmas de la investigación educativa desde las concepciones de ThomasPopkewitz y Wilfred Carr y de la referencia al sentido común neoliberal tal como lo explicita Michael Apple.Se trata de contribuir al abordaje y la comprensión del telón de fondo de la educación emocional y del uso (y abuso) de la reducción neurocientífica a la comprensión del hecho educativo. Afirmamos que se presentan como recetas mágicas para viejos problemas que se no se anclan ni se reconocen en las pedagogías previas (por ejemplo, en las críticas de la Escuela Nueva a las pedagogías tradicionales) y se desarrollan como técnicas descontextualizadas. Afirman no tener un trasfondo político cuando se explican mediante una ideología de mercado que también procuraremos abordar aquí. Sin embargo, son respuestas sencillas, ahistóricas y válidas para todo contexto que enamoran y alienan.Este trabajo se inspira en el panel llevado a cabo en el marco de la cátedra dePedagogía de la Carrera de Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires en abril de 2019 y en las exposiciones sobre el tema que con maestría han presentado Ana Abramovich y Axel Horn a cuyos escritos también remitiremos.El título del presente texto alude a la grieta, entendiéndola como a una categoría contemporánea del tiempo en que escribimos: refiere a los quiebres, a las posiciones antagónicas que desde una perspectiva más cercana a las teorías del conflicto que a las teorías del consenso refiere a paradigmas y supuestos que fundan las teorías. La grieta supone que estos paradigmas o maneras de pensar la pedagogía no se configuran, ni se construyen en el vacío. No son indiferentes una de la otra, sino que se tensionan entre sí, se contaminan, se disputan conceptos y pujan por configurar el sentido común.Procuramos desde la mirada pedagógica abordar algunos de los dilemas actuales que están presentes en programas especialmente diseñado para manipular y distraer la atención sobre las problemáticas socioeducativas de hoy. En un contexto marcado por crisis social, económica, política y cultural las teorías educativas cumplen el rol de acompañar las políticas educativas ? ya sea justificándolas o criticándolas -. En este sentido las ciencias de la educación interpeladas por su revisión permanente deben asumir sus responsabilidades de problematizar las nuevas tendencias que ganan terrero en la formación docente, en las respuestas a las problemáticas del aula a partir de la apelación y uso de sus herramientas contextuadas, históricamente determinadas y políticamente comprometidas.