Warmikuna Tantanakuspa

ALVARADO MAMANI PAULA MERCEDES; JULIAN ROCIO FLORENCIA; BARRIOS MARIANA; POMACUSI URQUIZU MARIA

Congreso; III CONGRESO LATINOAMERICANO DE HISTORIA INDIGENA; 2021

Universidad Nacional de Jujuy

El camino de liberación de las mujeres indias no incluye solo nuestros cuerpos, abarca nuestros territorios, contiene a nuestras ancestras y es tan antiguo como la memoria de nuestros pueblos. Este camino no es apropiable ni categorizable, no es nuestro, ni son nuestras ideas, es la continuación de pensamientos y sentires que tienen miles de años.En nuestras cosmovisiones, todo está interrelacionado, nada está dividido, nada está afuera. Nosotras somos continuidades de nuestras ancestras, continuidad de nuestras naciones, somos continuidades comunitarias. Nosotras parimos y maternamos hijxs de nuestros Ayllus, como continuidad de resignificar la identidad y fortalecer los territorios. De manera circular y en comunidad es cómo se transmite esa energía que nos caracteriza y que se enriquece a través de la complementariedad energética. Son energías que habitan los cuerpos humanos y no humanos, los cuerpos vivos y los considerados no vivos. En un solo ser se pueden manifestar múltiples energías en diversos momentos. ¿De qué manera podría clasificar nuestras energías una mirada occidental? Consideramos que la categoría de género, en estos casos, no es extrapolable a nuestras cosmogonías.Cuestionamos la interpretación antropocéntrica que no contempla el Sumaj Kausay (Buen Vivir), que no garantiza la libre determinación al Territorio, a una autonomía e identidad de nuestras Naciones.En este sentido manifestamos y entendemos que existe un paradigma androcentrista de la cultura y de tradiciones intelectuales con una perspectiva masculina de la vida que se establece como objetivo, universal e imparcial. Por ello, Interpelamos lo masculino como referente de lo humano.