BECAS
CHILIGUAY Alejandro NicolÁs
capítulos de libros
Título:
El obispo y el cabildo eclesiástico de Salta durante el proceso revolucionario (1810-1812)
Autor/es:
CHILIGUAY, ALEJANDRO NICOLÁS
Libro:
Pastores, misioneros, inquisidores, jueces y administradores: el clero del antiguo régimen (siglos XV-XIX)
Editorial:
La
Referencias:
Lugar: Salta; Año: 2021; p. 312 - 329
Resumen:
Entre el 22 y 25 mayo de 1810 un Cabildo Abierto celebrado en Buenos Aires, con el apoyo del jefe de las milicias locales, había logrado destituir al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros para sustituirlo por una Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata constituida para tutelar los derechos del rey cautivo Fernando VII . El proceso revolucionario había comenzado. Rápidamente el nuevo gobierno procuró lograr la adhesión de las demás ciudades que componían el Virreinato del Río de la Plata, pero las respuestas de estas fueron titubeantes y dispares. La ciudad de Salta, cabecera de la Intendencia de Salta del Tucumán y de la diócesis homónima, fue una de las primeras en adherir a la causa de los hombres de mayo . De hecho, las ciudades subordinadas de la jurisdicción (Catamarca, Tucumán y Jujuy) aguardaron la decisión de la capital del distrito para acatarla. En cuanto a lo eclesiástico, la Iglesia diocesana salteña atravesaba por entonces un proceso de establecimiento de sus cimientos institucionales, ya que esta nueva jurisdicción eclesiástica había sido creada tan solo unos pocos años antes, en 1806, y su titular tomó posesión de su silla episcopal dos años más tarde. Desde el principio, la organización del obispado estuvo ceñida por las disputas entre el obispo Nicolás Videla del Pino y su cabildo catedralicio constituido por el deán Vicente Anastasio de Isasmendi y dos canónigos: José Miguel de Castro y Pedro Arán y Morales. Estos conflictos no hicieron más que agravarse con la Revolución y terminaron con el confinamiento del obispo Videla del Pino en Buenos Aires en 1812. Ahora bien, es preciso plantear los siguientes interrogantes: ¿cuál fue la reacción del obispo y su cabildo frente a la ruptura del orden colonial? ¿Cómo fueron sus alineamientos y su dinámica? ¿Cuáles fueron los cambios y/o permanencias en los espacios de poder eclesiásticos? Y finalmente ¿cuáles fueron los motivos y consecuencias del extrañamiento del obispo y el grado implicancia del cuerpo capitular en dicho proceso? Para responder a estas preguntas es necesario, primero, entender que estos hombres actuaban y pensaban como actores de Antiguo Régimen ; segundo, considerar los estrechos vínculos existentes entre las elites salteñas, cordobesas y alto peruanas como resultado de un largo proceso de formación social del espacio; y, por último, reflexionar reiteradamente sobre el confuso marco legal que hubo entre 1810 y 1812, periodo sobre el cuál se hará énfasis en este trabajo.