BECAS
GONZALEZ Rocio
congresos y reuniones científicas
Título:
Análisis crítico de neurociencia afectiva en TDAH.
Autor/es:
LILIANA BAKKER; ROCIO GONZALEZ; JOSEFINA RUBIALES
Reunión:
Congreso; XV Congreso Virtual de Psiquiatria.com: Interpsiquis.; 2014
Resumen:
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por un patrón persistente de desatención y/o hiperactividad-impulsividad que es más frecuente y grave que el observado habitualmente en sujetos de un nivel de desarrollo similar1. Presenta una prevalencia mundial del 5% en niños en edad escolar 2, siendo más frecuente en niños que en niñas con una relación de tres a uno 3. Es un síndrome complejo con características sintomáticas amplias y variadas, cuyo diagnóstico resulta también complejo. Precisamente, la clasificación fenotípica actual del trastorno establece tres subtipos: con predominio de inatención (TDAH-I), con predominio de hiperactividad-impulsividad (TDAH-H), combinado o mixto (TDAH-C) 1. Si bien presenta su inicio en la infancia, constituye un trastorno crónico, en el cual aproximadamente el 50 al 70% de los niños diagnosticados con TDAH continuarán con síntomas en la adolescencia y un 40 al 50 % en la etapa adulta 4. Es considerado un trastorno de origen neurobiológico complejo y heterogéneo que se caracteriza no sólo por presentar disfunciones cognitivas sino también impor¬tantes alteraciones afectivas, tanto motivacionales como emocionales 5. Los síntomas del trastorno tienen un gran impacto en el desarrollo del individuo, interfiriendo en su funcionamiento conductual, cognitivo, social y emocional; a partir de lo cual ocasionan una importante disfuncionalidad no sólo en el niño, sino también en su familia y en el grupo de pares 6. La literatura científica se ha referido de manera sistemática a las relaciones entre el TDAH y el funcionamiento cognitivo, coincidiendo en señalar que el déficit primario está asociado a una disfunción ejecutiva, que explicaría la mayoría de los síntomas del trastorno 7- 10. Sin embargo, el trastorno presenta, a nivel neuropsicológico, una compleja heterogeneidad que se refleja en la alteración de una amplia variedad de procesos psicológicos, tanto cognitivos (atención, inhibición de respuesta, memoria de trabajo, procesamiento temporal) como afectivos (procesamiento de la recompensa, aversión a la demora, procesamiento emocional, regulación emocional). Algunos autores, acuerdan en señalar que, mientras que las deficiencias cognitivas, especialmente las ejecutivas, han sido ampliamente estudiadas, se dispone de escasa y contradictoria información sobre las disfunciones afectivas tanto en niños como en adultos con TDAH 5 11. Actualmente las dificultades emocionales son consideradas por el DSM V 1 como características asociadas o secundarias, ya que se relacionarían o estarían generadas por los síntomas diagnósticos del trastorno: inatención, hiperactividad e impulsividad. El trastorno presenta una alta comorbilidad con desórdenes disruptivos de conducta, trastornos de ansiedad, trastornos de aprendizaje, entre otros 10. Aunque la comorbilidad presenta una prevalencia alta en todos los subtipos de TDAH, por las investigaciones realizadas hasta el momento, sería el subtipo combinado el que conlleva una mayor variedad, especialmente los trastornos disociales, el trastorno negativista desafiante y los trastornos ansioso ? depresivos 12. Las teorías tradicionales del TDAH, principalmente la desarrollada por Barkley 13, sostienen que sus principales síntomas se originan por una disfunción ejecutiva cuyo principal proceso implicado es la inhibición de respuesta, por lo que el reconocimiento emocional no debería estar afectado en estas personas, al no involucrar a procesos ejecutivos. Así, las disfunciones ejecutivas, especialmente las vinculadas con el control emocional y de impulsos, serían responsables de los altos niveles de agresividad, irritabilidad o frustración observados en algunos niños y adultos con TDAH. Sin embargo, datos existentes dan cuenta de que, ciertos síntomas característicos del trastorno, como la inatención y la impulsividad, pueden dificultar tanto el reconocimiento de estímulos emocionales (expresiones faciales y prosodia) como la capacidad de modular los estados afectivos, ya que en este caso están implicados distintos procesos de control ejecutivo5. Recientemente se han propuesto diversas teorías multicausales que consideran la heterogeneidad del trastorno incorporando no sólo procesos cognitivos sino también afectivos y motivacionales 14 15. El desarrollo de estos nuevos modelos ha fomentado el estudio de las alteraciones afectivas, así como la exploración de las bases neurobiológicas que las sustentan, mostrando precisamente que los déficit en las funciones ejecutivas no son suficientes para explicar todos los casos de TDAH16. Dentro del espectro de la afectividad se han planteado dos líneas de investigación; por un lado las disfunciones motivacionales y por el otro las alteraciones emocionales.