Estudio de Textura en Cables de MgB2

MELONE MAURO; CABRERA ANALÍA; MALACHEVSKY MARÍA TERESA; JUAREZ GABRIEL; BIANCHI DANIEL; VIZCAINO PABLO; SERQUIS ADRIANA

Congreso; Reunión Anual de la Asociación Argentina de Cristalografía; 2017

Debido a la naturaleza frágil del MgB2, el método empleado para obtener cables superconductores es el llamado Powder-in-Tube (PIT). Para armar los cables superconductores, se utilizó una vaina de titanio grado 2 y una mezcla de 95% MgB2 (325 mesh, Alfa Æsar) con 5 at.% SiC (20?30 nm), seguido de un proceso de laminado y/o trefilado para disminuir el diámetro del conjunto [1]. Para lograr una mayor estabilidad mecánica y flexibilidad, a partir de los cables obtenidos, se arma un conjunto con varios trozos del mismo en un arreglo compacto dentro de un tubo de tianio y se repite el proceso de laminado y/o trefilado con tratamientos térmicos de recristalización intermedios. Para maximizar la compactación al fabricar los cables multifilamentarios, el filamento de partida se trefiló con una sección transversal hexagonal. Se prepararon cables con arreglos de 7, 19 y 37 filamentos.En la figura 1 se muestra una reconstrucción volumétrica a partir de tomografías de rayos x del alambre precursor de un filamento y un cable multifilamentario de 19 filamentos. Allí se puede observar el aspecto de la vaina de titanio en el cable de sección hexagonal (foto de la izquierda) y la configuración final del cable de 19 filamentos que consiste en una vaina exterior de titanio y varias almas de superconductor (foto de la derecha). Mediante técnicas de difracción de rayos x, se evaluó la presencia de textura en la vaina de titanio inducida por la deformación durante el trefilado. Se comparó el estado de la vaina del cable monofilamentario con el de la vaina de los cables multifilamentarios para determinar el efecto de un mayor grado de deformación proveniente del tratamiento termomecánico y se analizó su posible correlación con las propiedades superconductoras.