Desarrollo y participación en la Quinta Sección de la Ciudad de Córdoba.

KATRINA SALGUERO MYERS

Córdoba

Jornada; Encuentro Interdisciplinario de Ciencias Sociales y Humanas. ?El desafío de las desigualdades: crítica e intervención?. FFyH-UNC; Instituto María Saleme de Burnichón, Instituto de Humanidades, CONICET; 2022

Instituto María Saleme de Burnichón, Instituto de Humanidades, CONICET. Facultad de Filosofía y Humanidades, UNC

El presente trabajo recorre las expresiones situadas que asume el “desarrollo” en la ciudad de Córdoba entre los años 2017-2019, y específicamente las políticas para un sector conocido como la Quinta Sección. Este territorio incluye ocho barrios y villas de ingresos medios y bajos: San Vicente, Müller, Maldonado, Villa La Maternidad, Villa Los Tinglados, Bajada San José, Campo de la Ribera y Villa Inés. Ubicados al Este del casco céntrico, analizamos esto territorios en el marco de complejos procesos de segregación urbana y ordenamiento clasista, que venimos estudiando desde 2003 -en el marco de proyectos y programas aprobados y financiados por SECyT-UNC, como “Producción del escenario urbano cordobés y sus transformaciones: continuidades y discontinuidades en las disputas urbanas (2018-2021)”-. Nos interesa, en esta oportunidad, compartir algunas dimensiones para pensar cómo se materializan las promesas de desarrollo para distintas áreas y clases sociales, y qué procesos de subjetivación y acción política se desenvuelven.La ponencia –basada en nuestra tesis doctoral- analiza diversas políticas públicas promovidas por los gobiernos provincial y municipal que, aunque de distintos signos partidarios, convergen ideológicamente en lineamientos e intervenciones que enfatizan la unión entre desarrollo y participación.En la tesis indagamos en las modalidades de desarrollo, bajo la premisa de que un significante central desde el Siglo XX, pero que esto no implica que tenga un significado único y transparente. Por ello llevamos adelante una historización de planes urbanos para la ciudad de Córdoba, y en transformaciones en las formas de conceptualizar el desarrollo, que no tendremos oportunidad de tematizar ahora.Pero sí vamos a caracterizar la idea de “DESARROLLO HUMANO”, porque resulta central en la lectura que realizamos del territorio. Esta idea supone que el desarrollo debe asentarse sobre las capacidades de las clases subalternas de organización, participación y auto-subsistencia. Cada vez más, se encuentra en actores territoriales, endógenos, los aliados necesarios para la ejecución de políticas de “desarrollo humano”, para garantizar la supervivencia y la gubernamentalidad de amplios grupos sociales cada vez más alejados material y simbólicamente de una “vida digna”. La perspectiva del desarrollo humano se difunde desde comienzos de los 90 y se asocia a significantes como resiliencia, creatividad, libertad, emprendedurismo, protagonismo popular, empoderamiento. Todas estas ideas, convergen como afirma Gago (2014) en una operatoria desde arriba y desde abajo, transversalizada por una sensibilidad neoliberal (Sztulwark, 2020) que permea en los cuerpos y deseos. "Solidaridad entre los pobres, competencia e individualismo para los más ‘capaces’, y subsidiariedad para el Estado", (p.146) caracteriza la pensadora Álvarez Leguizamón (2008).