BECAS
LEÓN Malena
congresos y reuniones científicas
Título:
Discusiones naturalistas en torno a la identidad personal: La propuesta narrativista de Daniel Dennett
Autor/es:
MALENA LEÓN
Lugar:
Mar del Plata
Reunión:
Jornada; XVI Jornadas Nacionales Agora Philosophica; 2016
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Investigaciones Éticas, Regional Buenos Aires (AAdIE-BA)
Resumen:
Uno de los principales desafíos de las perspectivas filosóficas naturalistas sobre la mente humana ha sido, y es, poder devolver una imagen de la misma en la que se la pueda entender como parte del mundo natural, sin que implique renunciar a ciertas intuiciones básicas que tenemos respecto de sus particularidades. La cantidad de aristas involucradas en el tipo de explicación que se brinde de esto (concepciones éticas, antropológicas, morales) quedan presentadas claramente en la equiparación teórica que Descartes realiza entre la sustancia mental y la idea de alma. Por ende, no resulta extraño que los problemas en torno al concepto de Yo, el descendiente laico del alma, aún alberguen en su seno mucha de las tensiones entre lo que nos parecía intuitivo y certero de las viejas ideas - la excepcionalidad de nuestra especie frente a las otras, el libre albedrío, la singularidad de cada ser humano con respecto a los demás, entre muchas otras- y aquello que ya no resulta defendible de manera explícita: un dualismo ontológico según el cual para determinadas cosas no operan las reglas del resto del mundo físico. En la misma línea, al finalizar una reconstrucción de la historia intelectual de la identidad personal, Raymond Martin y John Barressi (2006) concluyen que la historia de Occidente teorizando sobre el yo es la historia del intento de la humanidad por elevarse a sí misma por encima del mundo natural. La versión naturalista de Dennett resulta en este contexto particularmente interesante, dado que implica un singular compromiso con la teoría de la evolución de las especies, y con la capacidad de esta visión del mundo para explicar todos los fenómenos de los organismos vivos (entre los que estamos nosotros), distancionadose así de posturas "misteristas" como las de Nagel o Fodor. Esto no significa que cada fenómeno será explicado a partir de su presunta función adaptativa; pero sí que no podemos pensar que, aunque las especies se fueron desarrollando en función de un proceso evolutivo, en algún punto ocurrió alguna suerte de milagro que ubicó a la nuestra con un salto ontológico con respecto a todas las demás. En palabras de Dennett, una explicación naturalista debería sólo emplear "grúas" (muchas veces montadas unas encimas de otras, para potenciar sus capacidades) y no "ganchos celestes" (2005). Sin embargo, eso no lo conduce a negar que hay importantes características que son propias de la especie humana. Clark (2002) sostiene que hay una perspectiva dual en la teoría de Dennett, que presenta a las mentes humanas tanto profundamente diferentes de, como en continuidad con, las mentes de otros animales. Dennett (1991) propone entender al Yo como el centro de gravedad de todas las narraciones que nosotros, y los que nos rodean, contamos sobre nosotros mismos. Una explicación narrativista del Yo, parecería poner al resguardo su especificidad humana; sin embargo, Dennett defiende que la relación que tenemos con nuestras narraciones debe entenderse con una fuerte similitud a la que las arañas tienen con las telas que tejen, y los castores con las presas que construyen. Así, la versión narrativista de Dennett tiene como una de sus singularidades la presencia de componentes de carácter biológico en una instancia en la que no sólo estamos hablando de la constitución de algunas bases de la conciencia, sino de la construcción de complejos entramados lingüísticos; lo que nos muestra en una relación con los mismos en la que no parecemos ser creadores conscientes, antes bien, somos como arañas exudando una tela de forma relativamente instintiva. Uno de los componentes de estas afirmaciones es que la actividad narrativa tendría mucho más de instintivo que de planificado, en la medida en que parece negar por completo toda posibilidad de tener una intervención consciente sobre aquello que nos hace ser quienes somos (problema co-lindante al del libre albedrío, al que Dennett trabaja en extensos libros y que no será abordado de modo directo en esta oportunidad). Esto lleva a preguntarnos si el aspecto narrativista de esta explicación, que resguardaba nuestra especificidad, se ve tan deflacionado que termina resultando igual de anti-intuitiva que una explicación que restrinja nuestros Yoes a nuestros procesos biológicos de supervivencia. Sin embargo, creo que poner a dialogar las explicaciones narrativistas de Dennett sobre el Yo con las explicaciones que brinda acerca de otros aspectos propiamente humanos, puede mostrarnos un panorama más completo, en el que la propuesta resulta más admisible. Concretamente, pienso que una reconstrucción elaborada de la teoría de Dennett sobre el rol del lenguaje en la inteligencia, y la evolución cultural, permite negar esta presunta implicancia, y mostrar una imagen admisible de la construcción de nuestros Yoes, de origen biológico pero de devenir cultural, y con esto defender esta concepción híbrida (biológica y no-biológica) de los seres humanos como una buena explicación naturalista.