INVESTIGADORES
MAZZITELLI MASTRICCHIO Malena
artículos
Título:
Geografías en disputas. Los cambios en los discursos geográficos de la Argentina (1852-1905)
Autor/es:
MAZZITELLI MASTRICCHIO MALENA
Revista:
Journal of Latin American Geography
Editorial:
Chicago
Referencias:
Lugar: Chicago; Año: 2015
ISSN:
1548-5811
Resumen:
Se suele afirmar que los discursos geográficos sirvieron para sustentar los proyectos nacionales. En la Argentina desde los inicios del proceso de formación del estado nación hacia mediados del siglo XIX circularon distintas narraciones geográficas que ofrecieron una base científica o al menos erudita para las propuestas de nación que encaraban las elites dirigentes del incipiente Estado. Durante los años que duró la Confederación Argentina (1852-1860) el discurso político estuvo acompañado por la geografía que realizó Victor Martín De Moussy (1810-1869) con su obra Description Géographique et Statistique de la Confédération Argentine; mientras Buenos Aires (escindida del resto de las provincias del río de la Plata) recuperaba para sí el libro Buenos Ayres y las Provincias del Río del Plata escrito y publicado en 1852 por el diplomático inglés Woodbine Parish (1796-1882) (González Bollo 1998). A medida que las políticas de consolidación de la burocracia estatal adquirían formas más estables aún dentro de su precariedad, los discursos geográficos comenzaron a unificarse y volverse cada vez más homogéneos no sólo en las narraciones sino también en el tipo de representaciones que se hacían del territorio nacional. En 1888 el estadista Francisco Latzina (1843-1922) publicó la obra Geografía de la República Argentina cuya narrativa pretendía manifestar la nueva unidad nacional. Incluso a principios de siglo XX, los gobiernos nacionales y sus ministerios de educación se preocupaban por la carencia de estudios geográficos que sirvieran para instruir a los estudiantes. Esa inquietud hizo que el Consejo General de Educación llamara a concurso para la publicación de libros de geografía argentina en 1901, 1902 y 1903. Se esperaba que tales obras fueran textos ?de estudio y de propaganda a la vez, que comprende el conocimiento de la República y todos los progresos realizados en las últimas épocas de su vida de libre y afortunada expansión comercial y política? (Urién 1905: xv). Todas las obras que se presentaron al concurso fueron rechazadas por el jurado porque no cumplían con los requisitos esperados por el Consejo General de Educación. Hasta que en 1905 el profesor Uribe ganó el concurso con la presentación de su propuesta la Geografía Argentina. En este trabajo se analizan algunas de las obras geográficas publicadas entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX en el contexto de las disputas por crear una ?geografía oficial de carácter nacional,? comparando aquellas financiadas por los gobiernos y otras presentadas por eruditos locales que intentaron vender sus propias descripciones para la instrucción geográfica. La selección de las obras no es azarosa, sino que elegimos las obras de Víctor Martín De Moussy y de Woodbine Parish porque coincidimos con la tesis de González Bollo (1998) quien asegura que estos autores se convirtieron en las obras geográficas por excelencia de la Confederación Argentina y de la provincia de Buenos Ares. Otro de los motivos que tuvimos en cuenta para seleccionar la obra de De Moussy como geógrafo de la Confederación radica en el impacto que ésta tuvo en la geografía y en la cartografía nacional. Cuando el Instituto Geográfico Militar (1904-1999) presentó en 1912 su Plan Cartográfico recuperó y destacó el Atlas que acompaña la obra de De Moussy como una de las mejores hechas para el territorio nacional. La obra de Francisco Latzina fue seleccionada debido a la repercusión que tuvo en otros ámbitos académicos de geografía. El Instituto Geográfico Argentino, institución reconocida en la materia le otorgo el premio Bernardino Rivadavia y lo nombró ?Benemérito de la Geografía Nacional? (IGA 1888: 285-293). El último texto geográfico analizado corresponde a Geografía Argentina del profesor Carlos Urién de 1905, ésta obra es significativa porque fue la que puso fin al vacío generado en el concurso antes mencionado. Por otro lado, las cuatro obras en su conjunto son sintomáticas del intento de construir una geografía nacional que sea cómplice de la política del Estado.