BECAS
HESS Carina Daniela
congresos y reuniones científicas
Título:
Valores sociales y empatía en adolescentes, Simposio titulado: Estudios sobre promoción e intervención en Prosocialidad en niños y adolescentes argentinos
Autor/es:
RODRÍGUEZ, LUCAS MARCELO; HESS, CARINA DANIELA; GHIGLIONE, MARÍA EVA
Lugar:
Posadas
Reunión:
Congreso; XVII Reunión Nacional y VI Encuentro Internacional de la AACC,; 2019
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento
Resumen:
Introducción: Los valores han sido considerados como un aspecto importante en el desarrollo psicosocial y moral. Ellos representan aquellas ideas innegociables, que constituyen la base por la que la persona actúa autónomamente, ante cualquier situación, de forma positiva, adecuada y válida (Quintana Cabanas, 1993). Antolín Suárez, Oliva Delgado, Pertegal Vega y López Jiménez (2011) en el ámbito del Desarrollo Positivo Adolescente mencionan los valores sociales, entre ellos la prosocialidad, la justicia e igualdad social y el compromiso social. Los mismos marcan una buena relación social y un compromiso con la sociedad y la comunidad. También mencionan los valores personales, entre ellos la integridad, la honestidad y la responsabilidad. Estos valores se relacionan con la madurez personal que permite un obrar coherente con los principios asumidos en la vida. Finalmente, nombran los valores individualistas, los cuales serían contravalores para el Desarrollo Positivo Adolescente, incorporando aquí el hedonismo y el reconocimiento social. Dichos valores estarían marcando una posición de una cultura individualista (Antolín Suarez y otros, 2011). La empatía es otro eslabón importante de la socialización. Para Martín Hoffman (2000) la empatía es la chispa de la preocupación humana por los demás, el pegamento o adhesivo que hace posible la vida social. La empatía puede entenderse como la capacidad de comprender la perspectiva del otro o los sentimientos y afectos del otro, ponerse en el lugar del otro. A partir de lo antedicho nos preguntamos: ¿Existe relación entre empatía y valores sociales? Objetivo: Evaluar la relación entre los diversos componentes de la empatía y los valores sociales (prosocialidad, compromiso social, justicia e igualdad social). Metodología: la investigación fue de tipo descriptiva, correlacional, transversal y de campo. La muestra fue intencional, conformada por 411 adolescentes de ambos sexos (53% mujeres), de entre 12 y 17 años (M= 14,43 DE=1,21). Se utilizó la Escala de Valores para el Desarrollo Positivo Adolescente (Antolín Suárez y otros, 2011) para evaluar los valores y el Inventario de Reactividad Interpersonal (IRI) (Davis, 1980) para evaluar empatía Resultados: Las correlaciones de Pearson evidenciaron una relación positiva significativa entre valores sociales y toma de perspectiva (.339**), valores sociales y preocupación empática (.411**) y valores sociales y malestar personal (.189**). A su vez los valores prosociales correlacionaron de forma positiva significativa con toma de perspectiva (.287**), preocupación empática (.371**) y malestar personal (.230**). Además, se realizó una regresión lineal de las dimensiones de la empatía sobre los valores prosociales, en la cual se observó una influencia directo significativa de la toma de perspectiva (β=.113) sobre los valores prosociales y de la preocupación empática (β=.298) sobre los valores prosociales. Discusión: Los resultados obtenidos son evidencia de la teoría de Martin Hoffman (2001) sobre la importancia de la empatía en la socialización. Dichos resultados acuerdan con otros hallazgos que muestran que el componente cognitivo toma de perspectiva y el componente afectivo preocupación empática son los mayores predictores de cuestiones sociales, en este caso valores sociales. Es lógico pensar que tanto la toma de perspectiva como la preocupación empática sean necesarios para el compromiso social, la justicia e igualdad social y la prosocialidad. Además, juega un rol importante el malestar personal, sobre todo en los valores prosociales, lo cual puede entenderse a la luz de que muchas conductas prosociales son explicadas a partir de la demanda externa intensa por parte de la persona a ayudar (ver Richaud, Mesurado y Kohan, 2012); demanda que puede generar malestar en la persona que realiza la conducta prosocial.