BECAS
COSTANTINI Florencia
congresos y reuniones científicas
Título:
Prensa, politica y carne; las representaciones en torno a la inauguración del Matadero Municipal de Bahía Blanca (1912-1918)
Autor/es:
FLORENCIA COSTANTINI
Lugar:
Cipolletti
Reunión:
Jornada; Sextas Jornadas de Historia de la Patagonia; 2014
Institución organizadora:
Universidad Nacional del Cohamue
Resumen:
El objetivo del trabajo es analizar las representaciones en relación a la creación e inauguración de las nuevas instalaciones del Matadero Municipal de Bahía Blanca construidas por la prensa local a propósito del ferviente debate que entablaron los medios gráficos sobre el papel que debía desempeñar este establecimiento. Para ello se tendrá en cuenta dos momentos claves: 1912, cuando se presentó el proyecto al Consejo Deliberante de la ciudad, se aprobó, se licitó y se inició la construcción del nuevo edificio, y 1918 fecha en que este fue finalmente inaugurado con cuatro años de retraso con respecto de la terminación de la obra. El estudio de cada uno de estos anclajes da cuenta de una coyuntura específica, pero su estudio en conjunto permite advertir que en este periodo existieron continuidades y redefiniciones en las estrategias periodísticas y políticas. A partir del estudio de seis diarios y periódicos locales , se observó que los mismos se interesaron exclusivamente por las implicaciones políticas y el significado urbanístico que tuvo el Matadero y dejaron de lado las consecuencias económicas y sociales que introduciría, como el abastecimiento de carnes a la ciudad o el impacto que generaría en el mercado laboral. Desde este presupuesto se puede advertir que el proyecto del Matadero Municipal, al formar parte de una política pública municipal, vectorizó un conjunto de ideas y tensiones políticas, partidarias y generacionales que atravesaban a la élite dirigente bahiense de la época. En este contexto, la prensa actuó como el espacio de expresión y (re)creación de esas pugnas, sobre todo considerando que los directores de los periódicos eran militantes o tenían filiaciones más o menos cercanas con las agrupaciones políticas que formaban parte de la comuna de Bahía Blanca. El faenamiento de vacunos, lanares y porcinos organizado desde la municipalidad en Bahía Blanca se inició en 1903 cuando ésta adquirió un terreno donde ya existían construcciones que permitieron desarrollar esa actividad. No se han encontrado mayores datos de estos primeros mataderos. Sin embargo, se ha rastreado que desde principios de 1912 comenzó, por parte de algunos periódicos locales, un ataque sistemático a sus instalaciones argumentando que no se encontraba en las condiciones adecuadas para producir. Esto llevó a la puesta en marcha del proyecto, defendido por el intendente del momento Valentín Vergara , de construir un nuevo matadero con mejoras técnicas y de mayores dimensiones. Este periodo tampoco estuvo exento de conflictos ya que dos tendencias existentes dentro de la agrupación radical ?diferenciadas por cuestiones generacionales, políticas y económico-sociales? encontraron en el proyecto un motivo de enfrentamiento. En este sentido y a modo de hipótesis, consideramos que el proyecto del Matadero Municipal en su inicio profundizó la división interna local del radicalismo entre los viejos o rojistas y los jóvenes o vergaristas, pero, más tarde y frente a ciertos cambios en la coyuntura municipal, provincial y nacional, se convirtió en un baluarte de la política pública del gobierno del radicalismo en conjunto, cuando la propuesta fue retomada por Rufino Rojas, intendente en principio opositor del proyecto, quien puso en marcha el establecimiento en 1918. Esta situación se produjo debido a una serie de factores que modificaron las alianzas dentro de la élite. Por un lado, el cuestionamiento a la autonomía municipal por parte del gobernador provincial conservador Marcelo Ugarte, que implicó la designación como comisionado de Del Gaje (1915-1917). Esta situación, sumada a la consolidación de la UCR en el poder nacional con el triunfo de Yrigoyen en las elecciones presidenciales de 1916, agudizó la distancia de sus seguidores locales respecto de los conservadores. La política pactista bahiense se quebró y, si bien continuarían compartiendo los mismos espacios de socialización, el radicalismo debió alinearse a las fuerzas nacionales para no experimentar una fracción definitiva en sus filas. Por otro lado, al momento de su inauguración, a pesar de algunas pugnas que continuaban, la élite local en su conjunto consensuó en considerar al nuevo Matadero como una expresión y una marca de progreso y grandeza para una ciudad que era presentada como el centro emergente del sur del país. Ese consenso respondería a la necesidad de poner en producción un nuevo espacio, que, por un lado, abasteciera a la ciudad y, por otro, recibiera el ganado de los productores regionales ya que el lugar que antes realizaba esta tarea cerró sorpresivamente en diciembre de 1917. Lo sucedido fue que en dicho mes un policía hirió de muerte a uno de los obreros del frigorífico Sansinena ubicado en Puerto Cuatreros (a 15 kilómetros de Bahía Blanca), en plena protesta por mejoras salariales. Este hecho conmocionó a la ciudad y a la región, lo que produjo la desafectación temporaria del establecimiento. El acontecimiento, fue el desenlace de una larga lucha que estaban llevando a cabo los obreros del frigorífico. Frente a este clima, la elite bahiense tanto opositores como partidarios, creyó oportuna la apertura de un nuevo lugar que por el momento permitía ubicar el ganado y abastecer a la población, funciones que cumplía en su mayor medida el frigorífico privado. Asimismo, el nuevo establecimiento presentaba innovaciones técnicas y arquitectónicas que acercaba a la ciudad y al sistema productivo bahiense al modelo de las ciudades centrales del país como de las naciones europeas occidentales y de Estados Unidos.