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En Argentina, el 90% de la producción de maíz se concentra en la región de Córdoba y la siembra coincide con la época lluviosa, por lo que a menudo las semillas interactúan con varios patógenos fúngicos que reducen la germinación de las semillas y la implantación. Las semillas infectadas con hongos pueden desarrollar enfermedades que afectan al cultivo durante su desarrollo y pueden considerarse como un vehículo de dispersión de hongos en el suelo. La superficie de cultivo de maíz se siembra con semillas procesadas por las propias empresas productoras comerciales ya listas para sembrar con compuestos antifúngicos como manejo sanitario, estos compuestos son de origen químico y con dosis establecidas, las cuales van en aumento y causan daños ambientales. Su aplicación desencadena en el suelo un desequilibrio en la actividad microbiana y, en consecuencia, alta contaminación atmosférica y empobrecimiento de los suelos. Por ello, una alternativa para reducir estos problemas es el uso de productos naturales en la agricultura. Una alternativa novedosa y sustentable, en este sentido, es el uso de extractos naturales de algas marinas como estimulantes de compuestos/agentes biofungicidas. El objetivo de este estudio fue generar conocimiento y tecnología para aumentar la eficacia de los productos biológicos para mejorar la producción de maíz, considerando que la aplicación de extractos de algas tendrá un efecto positivo favoreciendo la calidad sanitaria, la germinación y el establecimiento de las plántulas, debido a un aporte exógeno de factores de crecimiento y compuestos bioactivos contra las infecciones fúngicas. Se evaluó el porcentaje de incidencia de fitopatógenos, respuestas de germinación y parámetros de crecimiento temprano de semillas de Zea mays pelleteadas con extractos de alga (EA) de Macrocystis pyrifera natural y autoclavado como agente biológico vs la aplicación de un fungicida comercial y combinaciones de ambos. Los resultados de este estudio demostraron que la aplicación de extractos puros y autoclavado de algas tiene un efecto positivo que favorece las respuestas de germinación de las semillas de maíz. La carga fúngica detectada fue la más baja al aplicar la combinación de extracto puro de algas y 50% de la dosis recomendada de fungicida comercial, demostrando que esta combinación de extracto de algas representaría una nueva práctica agronómica sostenible para el medio ambiente ya que reduce considerablemente el uso de agentes fungicidas de origen químico. Estos resultados sugieren que los componentes de los extractos de algas, como el ácido salicílico y jasmónico, tienen diferentes propiedades químicas que podrían ser consideradas para el control específico de hongos. Este producto biológico es una nueva fuente de compuestos bioactivos con aplicaciones potenciales en la agricultura, mostrando una actividad reveladora para el control de la carga fúngica de las semillas, así como promotor de la germinación.

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