El acceso al derecho a la ciudad de las mujeres

ALADRO, ALMENDRA

Jaen de la frontera

Congreso; II Coloquio de Conflictos Urbanos; 2020

Universidad de Cádiz

Para estructurar el aporte aquí presentado setomó la pregunta elaborada por Ana Falú respecto a la omisión de la cuestión de género en la planificación barrial y urbana: ?¿Cuánto de esta omisión incide en la posibilidad de acceso y el buen uso de los bienes urbanos?? (Falú, 2016:163). Desde este punto de partida se formula e intenta contribuir a la respuesta de los siguientes interrogantes: ¿Por qué se habla de acceso y buen uso de las ciudades? ¿Por qué es importante diferenciar esta suerte de dimensiones para estudiar el derecho a la ciudad de lasmujeres? ¿Existen otros derechos en los cuales se diferencie el acceso del uso o goce?Para dar respuesta a los planteos previamente presentados y, así, elaborar un modesto aporte al estudio del derecho a la ciudad de las mujeres desde una perspectiva jurídica, se realiza una revisión de las obras de diferentes autoras y autores del área de los derechos humanos en general y del derecho a la ciudad en particular, para generar un diálogo con un enfoque de género marxista que permita una relectura de la obra de Lefebvre partiendo del lugar de las mujeres en las relaciones sociales capitalistas.Se concluye que, con carácter previo, el acceso y el goce de la ciudad se encuentran condicionados por las necesidades mínimas y básicas de existencia, o sea, aquellas que de no estar cumplidas impiden la supervivencia y reproducción del individuo. Dada esa precondición material aparece la dimensión del acceso al derecho a la ciudad, fuertemente condicionada por un sesgo de género ya que la ciudad se produce bajo lalógica del capitalismo, modo de producción que irrumpió consolidando la opresión de las mujeres a través de la apropiación del trabajo reproductivo y su validación superestructural (Federici, 2010). Este techo de cristal se reduce a medida que las condiciones materiales de las mujeres se incrementan.Si las mujeres logran romper sobrepasar esa barrera se presenta la dimensión de goce del derecho a la ciudad, en la que el sesgo predominante es de clase en tanto son las condiciones materiales las que facilitan o restringen en la práctica el disfrute de los bienes urbanos.Retomando el interrogante inicial de esta comunicación, diferenciar acceso y goce efectivo al dar cuenta del derecho a la ciudad de las mujeres, lejos de ser intuitivo, es consecuente con la adopción del materialismo histórico como estrategia metodológica