Los usos sociales del Panóptico. Cuerpo, virtualidad y utopía

MÉNDEZ, PABLO MARTÍN

Remedios de Escalada

Jornada; Jornadas Internacionales Discurso y poder: Foucault, las ciencias sociales y lo jurídico. A 40 años de la publicación de ?Vigilar y castigar?; 2015

Departamento de Planificación y Políticas Públicas, Universidad Nacional de Lanús

¿Qué es el Panóptico? De seguro, algo más que un edificio entre otros tantos; más que una armazón institucional o un complejo arquitectónico concreto. Apoyándonos en Michel Foucault y Gabriel Tarde -un sociólogo y criminólogo de fines del siglo XIX-, nosotros concebiremos al Panóptico como un invento político, que en tanto tal emerge de las relaciones de fuerza, responde asimismo a una coyuntura histórica, y acarrea además ciertos efectos. Así pues, y según veremos en principio, la invención del Panóptico se inscribe en el horizonte de una economía punitiva sumamente específica. Se trata corregir las actitudes y las disposiciones latentes, de juzgar a alguien no por lo que ha hecho, sino por el peligro que reporta para la sociedad entera. Tomar al individuo desde el lado de la conducta; estimarlo por sus virtualidades y ya no por sus actos concretos: todo el esquema panóptico responde a esa necesidad. Ahora bien, el Panóptico es también una fórmula destinada a imitarse en todas partes. Si Tarde hubiese hablado sobre el mismo, lo definiría quizá como uno de los más grandes inventos teóricos del siglo XVIII; la respuesta que la incipiente modernidad supo darse frente a la necesidad de afirmar ciertos pensamientos, ciertas ideas y sensaciones, y de negar simultáneamente la existencia de otras. De hecho, Foucault encontrará allí, en la invención del Panóptico, la realización de una utopía política y social, un proyecto que delinea los mecanismos de poder implementados entre principios del siglo XIX y la segunda mitad del siglo XX. Junto a Foucault y Tarde, nuestro trabajo señalará que la utopía panóptica implica la negación del ?cuerpo? como lugar por donde pasan y se inscriben los acontecimientos del mundo. A ese cuerpo múltiple y siempre salido de sí mismo, el panóptico le fabrica una conducta; o como dirá Foucault, lo aprisiona en un alma.