Estado, femineidad e individuo en la Antígona de Hegel

PAULA GARCÍA CHEREP

S

Jornada; 4° Jornadas de Ciencia Política del Litoral; 2018

Universidad Nacional del Litoral

En la primera sección del capítulo VI de la Fenomenología del espíritu, Hegel introduce la noción de ?eticidad?. Esa noción comenzará a desplegarse a partir de la interpretación de la tragedia griega Antígona, donde Hegel considera que se plasma la primera forma histórica de Estado. Al comienzo de esta sección, la acción ética divide al Espíritu entre, por un lado, la ?ley humana? y, por otro, la ?ley divina?. La primera de ellas es el lado masculino de la eticidad y se relacionará con lo consciente y explícito que Hegel identifica con la ley del Estado. La ley divina, por su parte, constituye el lado femenino y tiene que ver con lo universal y no explícito, es decir, el ámbito privado de la familia. En tanto ambas son modos de la sustancia ética, la escisión no es total; más precisamente, la ley humana se nutre de la ley divina encontrando en ella su punto de partida y su punto de retorno. En este contexto, Hegel entiende que la función primordial de la familia (lado femenino de la eticidad) consiste en producir ciudadanos, es decir, generar hombres que abandonen en ámbito de la intimidad familiar para subordinarse a la ley del Estado. La sustancia ética, tal como es entendida por Hegel, es la dinámica entre esas dos leyes, que tiene lugar en la forma de un ?equilibrio vivo?, en tanto la oposición entre ambas produce conflictos (injusticias) que deben ser resueltos en última instancia mediante la acción de la ley divina. Así, Hegel ve que en la tragedia griega la prohibición de darle entierro al hermano de Antígona con motivo de haber contravenido la ley del Estado origina un conflicto con la ley divina que la protagonista, encarnando al principio femenino y la familia, tiene que resolver.La interpretación hegeliana de Antígona es recuperada y brevemente analizada por Horkheimer en su introducción a Estudios sobre autoridad y familia. Allí Horkheimer sostiene que la visión de Hegel es sesgada en tanto sólo ?absolutiza la sociedad burguesa? y fracasa en desplegar la dialéctica implícita en el antagonismo entre los lados masculino y femenino de la eticidad. Según Horkheimer, el confinamiento de la mujer al ámbito de lo privado introduce no sólo la disociación entre la vida pública y la privada, sino también un ordenamiento social autoritario que no respeta la particularidad de sus individuos. En este trabajo retornaremos a aquella sección de la Fenomenología del espíritu para rastrear allí las nociones de femineidad e individualidad. Proponemos que, si bien la lectura horkheimeriana de estas nociones es acertada, no resulta del todo incompatible con la descripción hegeliana.