INVESTIGADORES
COLANZI Irma Cecilia
libros
Título:
Tecnologías de ternura y saberes curiosos
Autor/es:
COLANZI IRMA
Editorial:
Liminal
Referencias:
Lugar: La Plata; Año: 2021 p. 210
ISSN:
9789874838100
Resumen:
Una emoción que potencia la subjetividad es la indignación, a diferencia de la torpeza de la queja que no llega a protesta, sentirse indignadx propicia movimientos subjetivos. Es así como cuando nos acercamos a discusiones transfeministas, queer, disidentes, le personal se conmueve, y la política y lo político tiemblan. Estos textos que recorren grandes discusiones co-construidas con compañeres de militancias de ternura y anti-rejas, se fueron desplegando entre el año 2016 y 2018, en aulas y pasillos de la Facultad de Psicología (UNLP), en experiencias de trabajo colectivo y espacios de intercambios del Instituto de Cultura Jurídica de la Facultad de Ciencias Jurídicas (UNLP) y el Programa Universitario de Estudios de Género (UNAM). Estos intercambios se produjeron en un contexto de avanzada de derechas que ponía en jaque derechos adquiridos y el propio ejercicio profesional de lxs trabajadorxs del campo de la salud mental.En esta coyuntura, estos entramados en intersaberes y corazonados, resistieron frente a la avanzada de la crueldad. En estos textos hay muchas resonancias históricas del campo psi y del campo de la salud/salud mental, dado que los hilos conductores del tejido colectivo se remontan a algunxs autorxs que fueron iluminando nuestras discusiones, como Fernando Ulloa. Es así como este tejido colectivo se fue hilvanando con lo que denominaré tecnología de ternura, como un modo de resignificación de la idea de tecnología – herramienta técnica disidente, y los aportes inmensos de Ulloa, quien retoma lo cruel y su opacidad, resignificados en tiempos de desubjetivación.Las resonancias históricas nos remiten también a las experiencias situadas de referentes del campo psi y el campo de la salud mental en La Plata, como Liliana Guido, Leticia Cufré, Edith Pérez, Amalia Rétori y Ana María Fernández, mujeres pioneras en las prácticas anti-psiquiátricas, que desde sus trayectorias aportan las discusiones del presente y las resignifican.Ulloa hablaba de la cultura de la mortificación, que podemos conjugar con la noción de necropolítica (Mbembe, 2011), dada las violencias explícitas del presente, que impactan a ciertas posiciones sexo-genérica de manera diferencial. Los textos de este libro, entonces, hilvanan senti-pensares situados de trabajadores del campo de la salud mental, investigadorxs de distintas disciplinas y estudiantxs cuyos recorridos interpelan modos rígidos de pensar la idea de “transmisión” académica.La escritura como excusa disidente, retomando las palabras de Liliana Cabrera, quien desde sus activismos acompaña este tejido de intersaberes, y fue así como en cada discusión las narrativas en diferentes formatos nos permitieron retomar la discusión, relanzar sentires, rehabitar las aulas y sostenernxs en un acuerparse con palabras corazonadas.Los espacios en los que nos fuimos encontrando: seminario Estado, sujetxs y feminismos: recorridos conceptuales y praxis desde una perspectiva de género y Cuerpos: territorios de disputas y narratividad, fueron los espacios- otros para subvertir el régimen de género que opera en nuestras performances de género y en nuestras trayectorias. Cada espacio fue mutando con las texturas tentaculares que fuimos inventando.Tres dimensiones de fronteras contienen estas páginas, tres telares colectivos, tres propuestas que conjugan crónicas e investigaciones militantes que dan forma a este libro que constituye un espacio liminal en sí mismo. Lo liminal como una frontera que revela un territorio donde otrarse, un territorio hologramático de senso percepciones, vivencias y transmutaciones. En primer lugar, los hilos deseantes nos llevan a las vivencias de autopercepción, las corporalidades y la geolocalización del cuerpx-territorio. En segundo lugar, la trama nos permite pensar en las narrativas del cuidado, de las personas con capacidad de gestar. Finalmente, la apuesta colectiva de la salud mental, junto con los aportes discursivos de los feminismos jurídicos y la historia reciente.Habitar un espacio liminal es rasgar el tejido, para recortar un resto deseante, que proyecta desde la ternura y la empatía, modos – otros de tejer con tecnologías de ternura disidentes.