BECAS
ILCIC Andres Alejandro
congresos y reuniones científicas
Título:
Simposio: Pasado, presente y futuro de la información: de las máquinas que piensan a la apuesta aceleracionista
Autor/es:
ILCIC, ANDRÉS A.; BLANCO, JAVIER; RODRIGUEZ, PABLO; TOUZA, SEBASTIÁN
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; X Coloquio Internacional de Filosofía de la Técnica; 2019
Institución organizadora:
Dedalus
Resumen:
objetivo de esta conversación es elaborar un balance de las teorías y tecnologías de lainformación con vistas a elaborar perspectivas políticas y epistemológicas de su tratamientoen la actualidad. Para ello se propone contextualizar, esto es, desnaturalizar, el sentido comúnacerca de lo que es la información y lo que se puede esperar de ella.En una primera etapa, a mediados del siglo XX, la Teoría Matemática de la Comunicaciónotorgó un valor preciso a la información, ligada a una medida estadística relativa a la capacidadde transmisión de algunos canales de comunicación. Esa teoría, luego conocida como TeoríaMatemática de la Información (TMI), se consolidó alrededor del establecimiento de lossistemas digitales, que se aplicaron tanto a las tecnologías de comunicación como a lainvención de los actuales sistemas informáticos. Esto supuso una opción tecnológica y teóricasobre otras, basada en el financiamiento norteamericano con presupuestos militares en elcontexto de la Guerra Fría, la investigación tendiente a consolidar la automatización industrial yel uso de las redes en la reconfiguración espacial de la industria, las finanzas y el comercioA la vez, el recubrimiento discursivo y epistemológico de la TMI por parte de lacibernética hizo que hubiera una inflación terminológica para la información. Así, en la segundamitad del siglo XX, desde la biología molecular hasta las tecnologías satelitales, y desde lasciencias cognitivas hasta la teoría de los sistemas sociológicas, la información se expandiócomo si se tratase de una nueva realidad material (o ?inmaterial?) que vendría a trastocarlotodo, como rezaban las tesis de la sociedad posindustrial.En una segunda etapa, que comenzó a fines de los años ?60, la información recibió unainterpretación diferente inspirada en la teoría de los sistemas, que intentó relativizar lainspiración ?artificialista? de la primera cibernética. Nociones como las de autoorganización ycomplejidad, hoy muy mencionadas en diversas disciplinas, comenzaron a imponerse comoalternativas a cierto determinismo tecnológico. A su vez, esta crítica de orden epistemológicoestuvo acompañada históricamente por los diversos proyectos de ?informatización de lasociedad?, situados tanto a la derecha como a la izquierda, marcando así el ingreso de lainformación en la esfera de la discusión política a partir de los parámetros geopolíticos yeconómicos señalados anteriormente. La transformación central del parque tecnológicoinformacional a partir de la generalización de los microprocesadores y la miniaturización de loscomponentes informáticos llevó a diversas sagas que se conocen como ?la revolución de lainformación?, de contornos equívocos.Son esos contornos los que vuelven a discutirse hoy, en una tercera etapa de ladiscusión sobre la información, cuando se hace patente el nuevo escenario conformado por losdatos, los algoritmos y las plataformas. Los análisis acerca del capitalismo de plataformas(Srnicek), así como las propuestas políticas del llamado aceleracionismo, que a su vez se6hacen eco de interpretaciones neomarxistas sobre la realidad de la información como la de losautonomistas italianos, constituyen un punto de partida para evaluar precisamente quédiscusiones hay que dar y cuáles ya se habían dado respecto de la información.Más allá de la muy explotada -y un tanto naïf- conexión que se suele encontrar entre?información? y ?conocimiento?, el uso de las llamadas tecnologías de la información en laactualidad abren un amplio panorama que necesitan ser analizadas epistemológicamente, nosólo porque modifican las formas clásicas de generar y justificar el conocimiento científico (elcampo más usual para las reflexiones epistemológicas) sino también porque son capaces decrear ?burbujas epistémicas? en tanto, por dar sólo un ejemplo, el contenido que consume ypor el que se informa un usuario puede ser radicalmente distinto del que le llega a un usuariosimilar. A su vez, existe una dimensión de poder debida al desconocimiento de cómo operanalgunos de los algoritmos que se utilizan a tales efectos. Este problema se radicaliza ya que noson sólo los usuarios quienes no conocen sobre su funcionamiento, sino que los mismosdiseñadores están cada vez más lejos de poder explicar cómo funciona el software quediseñan, especialmente cuando se utilizan frameworks que esconden el trasfondo teóricodetrás de los mismos tras varios niveles de abstracción más que en el diseño usual desoftware.