El bosque en El Caballero del león de Chrétien de Troyes (siglo XII). Una construcción conceptual.

ASISS GONZALEZ, FEDERICO JAVIER; CARRIZO, WALTER JOSÉ

Memoria Europae. Hombres, ideas y realizaciones

Universidad Nacional de San Juan

Lugar: San Juan; Año: 2012 vol. 1 p. 30 - 45

1853-5259

Al hombre medieval del siglo XII pocos ámbitos aledaños a su morada le fascinaban tanto como el bosque. Éste espacio, delimitado por las zonas urbanizadas desde las cuales se lo observaba, era percibido como la materialización terrenal del caos, es decir, de un conjunto indefinido de fuerzas naturales y sobrenaturales, de comportamientos arbitrarios, que podían conducirlo hacia su ruina total si osaba acaso adentrarse en sus tenebrosas profundidades, guarida del demonio y de sus secuaces. En palabras de Fossier, el bosque ´era la parte sagrada de la creación, que no se podía abordar sin pavor religioso, por que en él todo era extraño e incognoscible´. Sin embargo, y a pesar de los monstruos y asaltantes que el imaginario popular suponía que lo habitaban, a la vez era un indispensable proveedor de frutos silvestres, de caza y de maderas para la construcción. Por ello era codiciado, y hacia el año 1100 se transformó en un área en la que comenzaron a interactuar las reivindicaciones de los señores feudales de los castillos aledaños con los argumentos de algunos campesinos que habían ocupado algunas zonas de facto, las cuales no querían perder. Todo ello no pasó desapercibido para quienes se abocaban al trabajo literario, y Chretién de Troyes no fue una excepción, y El caballero de la carreta o Yvain, una de sus obras más importantes, así lo demuestra.