Música y universidad en Bahía Blanca: breve experiencia en el Instituto Tecnológico del Sur

CAUBET, MARÍA NOELIA

Bahía Blanca

Jornada; XI Jornadas de Historia Moderna y Contemporánea; 2021

Departamento de Humanidades, UNS

Desde finales del siglo XIX se organizaron en Bahía Blanca múltiples emprendimientos privados que tuvieron como objeto la educación musical de jóvenes y niños. Aunque en principio dicha formación se dirigía al entretenimiento hogareño y a la acumulación de capitales simbólicos y sociales, paulatinamente se transformó en una condición necesaria para la profesionalización musical. Así, comenzaron a gestarse iniciativas dirigidas a la organización de instituciones oficiales que ofrecieran una educación sistemática y avalada por títulos con validez legal. Aunque los primeros proyectos se delinearon durante los años treinta, fue durante el peronismo cuando confluyeron las políticas públicas de la cultura diagramadas por la provincia de Buenos Aires con las aspiraciones de músicos y artistas de la ciudad. La inauguración del Instituto Tecnológico del Sur (ITS) en octubre de 1946 a partir de la iniciativa del diputado provincial Miguel López Francés operó como un factor de dinamización de la actividad artística local ya que contó con un Departamento de Cultura Universitaria y, desde 1952, con una Escuela de Bellas Artes que impartía la enseñanza de plástica y música. En esta ponencia nos ocuparemos de la creación y organización de esta última institución para analizar especialmente la orientación musical e indagar sobre las carreras que se dictaban, los planes de estudios, el alcance de los títulos y las trayectorias de quienes conformaron su plantel docente desde sus inicios y hasta su cierre en 1953. Pese a su breve existencia, la Escuela de Bellas Artes incentivó la profesionalización de los músicos locales a partir de la formulación de una propuesta educativa vinculada al ámbito universitario y de la apertura de nuevos canales institucionales que posibilitaron la creación de redes personales y laborales entre los artistas. La importancia de esta efímera experiencia trascendió su clausura y funcionó como el principal antecedente que evocaron los impulsores del Conservatorio de Música y Arte Escénico, fundado cinco años más tarde.