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El valle de El Bolsón ubicado en el Dpto. Belén, provincia de Catamarca,es un espacio transicional entre ambientes de Valles y Puna, característica quele confiere una variedad de microsectores en su interior, característica por lacual se presenta como un lugar propicio para reconocer las relaciones entrelos procesos ambientales y culturales sucedidos desde el Holoceno tempranoa nivel regional. Trabajos paleoambientales previos han dado cuenta de cómoel valle sufrió importantes cambios durante el Holoceno. Las primeras investigaciones en esta línea fueron las de Madozzo Jaén (2009, 2010) quien, sobre la base de análisis de micromamíferos en una cueva ubicada en el sector central del valle (Las Máscaras), logra una reconstrucción climática/ambiental que mostraría para el pasado, condiciones similares a las reinantes hoy, con dosperiodos excepcionales, uno de mayor humedad entre el 1.000 y el 500 AP yotro, de mayor aridez entre los 550 y 250 años AP. Un trabajo más reciente (Kulemeyer et al. 2013) integra estos datos a otros generados a partir del estudio de secuencias de terrazas holocenas, mapeos geológicos en los que se presta especial atención a la dinámica reciente de las formaciones para entenderel paisaje actual y, sobre un testigo sedimentario de una laguna temporaria(Cotagua), sobre el que se realizaron análisis de radiocarbono, textura y polenpara lograr una primera aproximación a los cambios en el paisaje a través dela vegetación. Estos últimos análisis ampliaron la secuencia paleoambientaldel valle, el cual habría transitado desde 4.000 años a.C. hasta 750 años a.C.,una etapa de clima húmedo, para luego transitar otra etapa que concluiríaen 500 d.C. de mayor aridez en la que los registros palinológicos mostraríanel inicio de una antropización del ambiente, para llegar a una nueva etapa decondiciones similares a las actuales, reflejada también en el estudio de micromamíferos que ya reseñamos.En sintonía con esto, las investigaciones focalizadas en el sector septentrionaldel valle e iniciadas años atrás, dan cuenta de una larga ocupacióndel espacio. Algunos hallazgos en superficie, como puntas de proyectil lanceoladase incluso el hallazgo aislado de una punta cola de pescado, son evidenciade actividades por parte de grupos de cazadores-recolectores duranteel Holoceno temprano y medio. Recientes prospecciones realizadas en laspartes altas del valle (transición con la Puna), arrojan nuevos resultados sobreactividades de cacería durante estos momentos en las cabeceras de los cursosde agua principales, por encima de 4.000 msnm. Sin embargo, es claramentea partir del periodo Formativo (Iº milenio a.C.-d.C) que la ocupación del espacio se intensifica, generando fuertes transformaciones en el paisaje, con espacios de vivienda asociados a una variedad de emplazamientos de producciónagrícola de ocupación continua como así también, sitios residenciales y ocupaciones en abrigos rocosos en el sector central del valle. En la mayoría delos casos, no parece haber un cambio en la configuración del espacio hasta elperiodo Tardío (ca.1000-1470 d.C.). En ellos, no se observa una abrupta reestructuración del espacio, como señalan algunos modelos geopolíticos para elNOA, pero sí una ampliación de las zonas de cultivo y redundancia en la ocupación de algunos espacios, acompañada de presencia de material arqueológicoasignable a este periodo (Korstanje 1996, 2005; Quiroga y Korstanje2007; Quesada y Korstanje 2010; Puente 2012; Quesada y Maloberti 2015).Los estudios en el Valle de El Bolsón son encarados hoy desde perspectivasde larga duración pues la ocupación humana en definitiva abarca los distintosperíodos históricos reconocidos hasta el momento en la arqueología delvalle, desde los primeros agricultores formativos hasta la ocupación colonial yrepublicana (Quiroga y Korstanje 2007). Aunque en líneas generales, las ocupaciones prehispánicas señaladas, se encuentran en coincidencia con el iniciode las evidencias de antropización en la secuencia sedimentaria antes mencionaday con otras secuencias paleoambientales y de ocupaciones humanasen área aledañas como la Puna y los valles bajos (Olivera et al. 2004; Grana yMorales 2006; Ratto 2007; Madozzo 2009; Kulemeyer 2013, entre otros). Nose descartaron situaciones excepcionales a nivel de microsectores, razón porla cual se realizaron nuevos estudios, cuyos resultados serán presentados eneste trabajo. En esta oportunidad presentamos los resultados de nuevos trabajosrealizados en el Valle con el fin de discutir, desde un enfoque multidisciplinar, cómo la historia ambiental junto a las ocupaciones humadas ocurridas en el tiempo desde momentos prehispánicos a la actualidad han ido modelando el paisaje que observamos hoy. Para esto se retomaron inicialmente, por un lado,los trabajos iniciados en 2012 sobre la lluvia polínica de superficie del Valle de El Bolsón en relación a la vegetación actual para el valle en general y, por otro, el sistema de fósil de Laguna Cotagua en particular, con la intención de lograr a partir de un análisis palinológico de mayor resolución, una secuencia en detalle de los cambios ocurridos en el paisaje a través de la vegetación a nivel local. El análisis estadístico de los datos palinológicos nos permitió visualizar tipos polínicos de la vegetación local y regional, entre los que se destacan representantes de Puna, Prepuna, Monte y Yungas los que van variando ensu frecuencia de aparición a lo largo de toda la secuencia sedimentaria, comoasí también la vegetación de borde de laguna e indicadores de disturbio. Laampliación de la secuencia de Laguna Cotagua, mostró en mayor detalle ladinámica paleoambiental del valle para el Holoceno tardío y medio. Este conjuntode datos fueron puestos en dialogo con otros de carácter arqueológicosy sedimentarios recogidos a partir de trabajos geoarqueológicos llevados acabo en terrazas fluviales ubicadas en la cuenca inferior del rio El Bolsón, losque nos permitieron tener una nueva aproximación de las formas de ocupacióndel Valle en diferentes momentos y en sectores particulares del Valle enconsonancia con la geodinámica ocurrida en el Valle durante el Holoceno tardío.Ambas líneas no sólo reafirman los primeros trabajos paleoambientalesen el área sino que aportan en mayor detalle información sobre aspectos dela historia ambiental y cultural a nivel local (valle), permitiéndonos lograr una visión de mayor resolución de la relación entre condiciones ambientales, sustransformaciones y prácticas sociales concretas en espacios diferenciados.

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