INVESTIGADORES
MONTERO JerÓnimo
congresos y reuniones científicas
Título:
Trata de personas y esclavitud: Controversias a una década de la sanción de la ley de trata en Argentina
Autor/es:
JERÓNIMO MONTERO BRESSÁN; AYELÉN ARCOS
Lugar:
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Reunión:
Congreso; 14 Congreso Nacional de Estudios del Trabajo; 2019
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Especialistas en Estudios del Trabajo
Resumen:
En las últimas dos décadas la trata de personas ha ganado protagonismoen el mundo, en especial a partir de la firma del comúnmente conocido comoProtocolo de Palermo de la ONU (2000). Desde entonces, la agenda de la trata hasido introducida en numerosos países a partir de la ratificación del Protocoloy la adecuación, en distinto grado y bajo distintas formas según los países, delas legislaciones nacionales. En Argentina, por ejemplo, el Protocolo fueratificado en 2003, mientras que en 2008 se aprobó la Ley de Prevención ysanción de la trata de personas y asistencia a sus víctimas (Ley Nro 26.364). Esta agenda vino de la mano del concepto de ?trabajo esclavo? o ?nuevaesclavitud?, categorías ?hipervisibilizadoras? (Pacecca, 2011) que contribuyena destacar la existencia de condiciones laborales que se creían superadas conla abolición de la esclavitud, pero que en la actualidad son claramentevisibles en sectores como la indumentaria, incluso a nivel mundial.La referencia a la trata y la esclavitud resulta controversial por elhecho de que ambos conceptos hacen alusión a reminiscencias de una etapa previaa, o temprana de, el capitalismo, más que a condiciones laborales que resultancentrales para las estrategias de flexibilización y de reducción de costos degrandes empresas en pleno siglo XXI. Asimismo, estas prácticas laborales sonpresentadas como resultantes del accionar inescrupuloso de bandas criminales(?mafias?) que funcionan por fuera de la economía capitalista (y que porañadidura no se relacionan de modo sistémico con ésta). Ello no solo implica unargumento ad-hoc que reduce el foco de la explotación a formas presuntamenteilegítimas y periféricas al conjunto de la economía capitalista (de ahí suhabitual reducción al problema de la ?economía informal?), sino que ademásdesdeña otras formas de explotación en el corazón mismo de la organizaciónformal en la producción capitalista. Con ello se legitima el accionarprivilegiado de la justicia penal, ciertamente más conservadora, en detrimentode la justicia laboral. Asimismo, en muchos países esta agenda promueve eltratamiento de la problemática desde la política migratoria, funcionando enocasiones como barrera (supuestamente progresista) a la migración.  La estrategia de dar un tratamiento criminal a las condiciones laboralescomúnmente conocidas como esclavitud o reducción a la servidumbre, ha sido altamenteefectiva a la hora de evitar la vinculación de sindicatos y de la justicialaboral en el tema. Dentro de la producción de indumentaria, uno de los puntoscontroversiales de la agenda de la trata ha sido la escasa adhesión de las?víctimas? (en su abrumadora mayoría trabajadores migrantes en los llamados?talleres clandestinos?) a ser caracterizadas como ?esclavxs?. A lo largo dediez años de trabajo de investigación hemos corroborado, en más de una ocasión,el rechazo de los trabajadores a ser reconocidos bajo este mote. Los numerosos esfuerzos vinculados a la lucha contra la trata en losúltimos diez años, desde la sanción de la ley en Argentina, han logrado unéxito muy limitado en sectores como la indumentaria, tanto en términos decondenas a los eslabones superiores de la producción como de mejoramiento delas condiciones laborales. Considerando estas cuestiones, la pregunta a cuya respuesta este trabajopretende hacer un aporte, es si la debilidad de la agenda anti-trata paramejorar las condiciones laborales ? especialmente en el sector de laindumentaria ? se debe a las trabas en su aplicación o a su impertinencia comoherramienta de lucha contra los ?abusos? dentro de los llamados ?talleresclandestinos?. Nuestra hipótesis es que, a pesar de la visibilidad alcanzadapor la utilización de conceptos que remiten a situaciones moralmenteinaceptables para el grueso de la población, los mismos integran una agenda queno ha logrado materializarse en la movilización y organización de lxs propiostrabajadorxs, hacia quienes han apuntado, al menos discursivamente, lasinnovaciones legales e institucionales contra la trata. Esto último implica unaseria limitación de la agenda de la trata como herramienta para mejorar lascondiciones de trabajo.