INVESTIGADORES
MONTERO JerÓnimo
congresos y reuniones científicas
Título:
Bombas para Irak, ALCA para América Latina: La Nueva Roma impone su proyecto geopolítico
Autor/es:
MONTERO, JERÓNIMO
Lugar:
Mar del Plata
Reunión:
Congreso; (EXPOSITOR INVITADO POR LA MUNICIPALIDAD) VIII Congreso Joven de Medio Ambiente y Sociedad; 2003
Institución organizadora:
Municipalidad del Partido de General Pueyrredon
Resumen:
(EXPOSITOR INVITADO POR LA MUNICIPALIDAD) La invasión de Irak es una advertencia al mundo: quien se atreva a desobedecer al poderoso será castigado. Las reglas de juego que diseñan los dueños del planeta corren para todo el mundo. La orden para Irak es abrir la explotación del petróleo a las multinacionales norteamericanas, y para América Latina no es diferente: entregar sus recursos naturales y permitir que las industrias norteamericanas contaminen el medio ambiente. Pero Estados Unidos no dicta órdenes para Francia, tampoco para el Reino Unido ni Japón. Las órdenes deberán ser acatadas por los países menos poderosos. Así, existen dos grupos de países: los centrales y los periféricos. Los que ordenan y los que obedecen; los que ganan y los que pierden. Esta estructura permitió que el sistema capitalista se cristalizase sobre la base de la apropiación desigual  y destructiva de los recursos naturales. Hace cinco siglos, los españoles obligaban a los indígenas a entregar sus recursos naturales. Hoy es Estados Unidos quien intenta hacerlo, y lo hace a través de tres elementos: el Plan Puebla-Panamá, el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA según sus siglas en inglés), y el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). El Plan Puebla-Panamá engloba a los países comprendidos entre el Estado de Puebla (sur de México) y Panamá (inclusive). Fue diseñado por el Banco Mundial y apunta primordialmente a atraer inversiones extranjeras. Así, se les ofrece a los inversores multinacionales un espacio rico en biodiversidad y agua, donde la infraestructura corre por cuenta de los Estados nacionales. A cambio, las empresas pagarán salarios de hambre y una vez depredados los recursos se retirarán, dejando tierras devastadas y verdaderas ‘ciudades fantasma’, como fueron los casos de Potosí (Bolivia) y Ouro Preto (Brasil), entre otros. Por su parte, el ALCA también apunta a fomentar las inversiones extranjeras. Se trata de una constitución continental redactada por los empresarios más poderosos de América que nada dice de la protección del medio ambiente y de los derechos de los/las trabajadores/as. De hecho, se eliminarían numerosas restricciones a las inversiones extranjeras, dando la posibilidad de aplicar solo ‘barreras técnicas al comercio’. Los términos extremadamente ambiguos del acuerdo escrito, cuya interpretación puede variar de un extremo al otro, podrán ser utilizados por los más poderosos según su conveniencia , dando marco legal a atrocidades como la implantación de la mina de oro en Esquel a pesar de la oposición de más del 80% de su ciudadanía. Numerosas y sistemáticas violaciones de los compromisos adoptados con México y Canadá a través del NAFTA (por ejemplo el paquete de subsidios que el congreso otorgó al sector agropecuario el pasado año) indican que Estados Unidos no está dispuesto a negociar. Este proyecto se ha encontrado con una imponente resistencia en todo el continente, ante lo cual Washington responde con bases y entrenamientos militares, y con el Plan Colombia. Sin embargo, tanto la oposición en la calle como los desacuerdos internos (principalmente entre Brasil y la potencia del norte) parecen llevar al ALCA hacia el fracaso.