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Desde la construcción del actual puerto de la ciudad de Mar del Plata (1914-1922), una prominente actividad comercial surgió en el espacio circundante (hoy Barrio Puerto) como respuesta al progresivo incremento de la actividad pesquera y al crecimiento de la población. Esa actividad estuvo históricamente influenciada por los vaivenes de la pesca. En este trabajo, analizando la actividad pesquera desde una perspectiva histórica, advertimos que los intermitentes momentos de auge y crisis se debieron a la dinámica biológica de los recursos, a los precios internacionales y la transferencia de tecnologías europeas, a las estrategias adoptadas por el empresariado local, y a las inadecuadas respuestas desde el sector público. Asimismo, esta permanente inestabilidad de la pesca afectó en forma directa a la actividad comercial en el Barrio, dadas sus consecuencias sobre el bienestar económico de la población, en su mayoría trabajadores de la industria pesquera y sus familias. En este sentido, la teoría del derrame funciona a la inversa: en los momentos de auge el impacto sobre la actividad comercial fue menor que en los momentos de crisis. En el presente trabajo intentamos demostrar, entrevistando a una veintena de comerciantes, que la situación actual no deja dudas al respecto: mientras los empresarios gozan de ganancias extraordinarias debido a una devaluación que les permitió triplicar sus ganancias en apenas seis meses, la actividad comercial apenas nota ese beneficio; decenas de negocios siguen enfrentando el peligro diario del cierre, y numerosos locales permanecen cerrados. La alarmante y progresiva concentración de los recursos tecnológicos y de los beneficios, facilitada por las políticas públicas, aparecen así como las principales causales de la problemática abordada.

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