PERSONAL DE APOYO
SAEZ Mauro
congresos y reuniones científicas
Título:
ESTIMACIÓN DEL PELIGRO SÍSMICO DE LA REGIÓN CENTRO-OESTE DE
Autor/es:
GREGORI, D.; ALVARADO, P.; SAEZ, M.
Lugar:
San Salvador de Jujuy
Reunión:
Congreso; XVII Congreso Geológico Argentino; 2008
Institución organizadora:
Asociación Geologica Argentina
Resumen:
Tradicionalmente, la sismicidad ha sido considerada como la distribución geográfica de los terremotos y sus efectos destructores. La base para su estudio es, por lo tanto, la determinación de parámetros relacionados con los terremotos, tales como su fecha y el momento de ocurrencia, su localización, tamaño de la fuente sísmica, daños producidos, etc. Sin embargo el análisis en forma sistematizada de esta información muestra que la actividad sísmica tiene una relación directa con las estructuras geológicas y el tipo de deformación de las mismas. Para la región centro-oeste de Argentina se observa una actividad sísmica significativa dentro de la corteza continental (Placa Sudamericana) con sismos de poca profundidad menores que ~35 km; también puede apreciarse otra actividad sísmica dentro de la placa subductada (Placa de Nazca) con profundidades que van desde los 100 a 300 km. Comparativamente, los sismos de poca profundidad (< 35 km) han sido los responsables de los mayores desastres naturales en la historia argentina y se asocian a las estructuras de Precordillera, Sierras Pampeanas Occidentales y la interacción entre ambas en el Norte de Mendoza (fig. 1). Como ejemplo, pueden citarse los terremotos de San Juan de 1894, 1944, 1952 y 1977 y de Mendoza en 1861 y 1985 (fig. 1), que causaron una gran destrucción y víctimas fatales que en algunos casos se contaron por miles. Por tal motivo, la región centro-oeste argentina se reconoce como la zona expuesta a una mayor ocurrencia de sismos y de mayor magnitud (Gregori et al, 1993; INPRES, 2008) posiblemente relacionado con el tipo de estructura cortical (Alvarado et al, 2007). Por otra parte, la región registra un crecimiento poblacional en los últimos 10 años del 32% en la Provincia de San Juan y 11% en la Provincia de Mendoza (datos del INDEC 1991 - 2001) además de un vertiginoso crecimiento de la actividad minera y petrolera, la presencia de más de diez represas (algunas con centrales hidroeléctricas) y un gasoducto trasandino, lo que obliga a mantener muy actualizada la información sísmica para efectuar el planeamiento y decisión en el diseño a fin de minimizar los efectos catastróficos de los terremotos. En este sentido, es posible evaluar el riesgo producido por la ocurrencia de terremotos desde dos puntos de vistas. El primero es la peligrosidad sísmica de ocurrencia de una cierta intensidad o movimiento del suelo en un cierto lugar, producido por un terremoto, y el segundo es la probabilidad de que una cierta estructura sufra un daño apreciable, ante la acción de un terremoto, lo que se denomina vulnerabilidad. El conjunto de los dos, expresado en términos de valores económicos de coste, es lo que en la actualidad se denomina riesgo sísmico. En el presente estudio se ha evaluado la Peligrosidad Sísmica en forma probabilística desde el aspecto sismológico para la región centro-oeste argentina a partir de los estudios recientes de fallamiento activo (Costa et al., 2000), estudios paleosismológicos (Siame et al., 1997, 2002 y 2005), análisis refinados que cuantifican a los mayores terremotos ocurridos en la región durante el siglo pasado (Langer y Hartzell, 1996; Chiaramonte et al., 2000; Alvarado y Beck, 2006). Utilizando relaciones de atenuación de las amplitudes máximas del movimiento del suelo con la distancia (Abrahamson et al., 1997) e información sismotectónica (Smalley et al, 1993; Regnier et al., 1992; Gregori, 1993; Alvarado et al., 2006) se han obtenido mapas de picos máximos de aceleración del suelo, en sus siglas en inglés (PGA) con 50%, 10% y 2% de probabilidad de ser excedidos en 50 años para 72, 475 y 2475 años, de período de retorno, respectivamente. El mapa de valores de PGA con un 50% de probabilidad de ser excedidos en 50 años y 72 años de período de retorno, indica una estimación poco conservativa; es decir, los sismos más pequeños y frecuentes, producen aceleraciones máximas que van desde los 242 a 31 gal. La importancia de este tipo de información se debe a que refleja la vida útil de un edificio y es por ello, constantemente utilizada. Por otra parte, el mapa de PGA con un 10% de probabilidad de ser excedido en 50 años (475 años de período de retorno) refleja un grado estándar de conservación para terremotos de tamaño moderado a grande; este tipo de mapa se ha empleado universalmente en el desarrollo de los códigos de construcción durante las últimas décadas y muestra para el presente estudio aceleraciones máximas que oscilan entre los 393 a 53gal. Por último, el mapa de PGA con un 2% de probabilidad de ser excedidos en 50 años (4275 años de período de retorno), de gran uso en la actualidad en los códigos mundiales de construcción recientemente desarrollados para terremotos muy grandes y que ocurren de manera poco frecuente, presenta aceleraciones que van desde los 599 a 85gal (fig. 2). Los mayores valores encontrados de PGA en los alrededores de San Juan para la estimación del peligro sísmico en este estudio, muestran una notable coincidencia con el ambiente de Sierras Pampeanas Occidentales en asociación con una estructura cortical de gran espesor (~55 km), mayormente fracturada, con deformación de piel gruesa y compuesta por rocas máficas y ultramáficas. Otras zonas como Precordillera y la región de interacción entre Precordillera y Sierras Pampeanas del Norte de Mendoza también son discutidas en este trabajo.