PERSONAL DE APOYO
SAEZ Mauro
congresos y reuniones científicas
Título:
SISMICIDAD Y ESTUCTURA DE CORTEZA DE LAS SIERRAS DE CORDOBA
Autor/es:
ALVARADO, P.; ORTIZ, G.; PERARNAU, M.; SAEZ, M.; ANDERSON, M.; GILBERT, H.; PECHUAN, S.; MARTINO, R.
Lugar:
Cordoba
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Geológico Argentino; 2014
Institución organizadora:
Asociación Geologica Argentina
Resumen:
Las Sierras de Córdoba representan los levantamientos de bloques de basamento más orientales de las Sierras Pampeanas (entre 29ºS a 33ºS y 63.5ºO a 65.5ºO). Estos levantamientos se exponen a más de 700 km al este de la trinchera del margen activo en Chile y consisten en una serie de cadenas montañosas con direcciones aproximadas norte-sur. Generalmente están limitadas por fallas inversas en sus flancos occidentales, con buzamiento al este y separadas por cuencas intermontanas mesozoicas y cenozoicas, mostrando así un estilo topográfico asimétrico con una fuerte pendiente occidental y suaves laderas orientales. De norte a sur las principales unidades orográficas se distinguen a su vez de oriente a occidente como Sierra Norte, Sierra Chica, Sierra Grande, Sierra de Comechingones y Sierra de Pocho. En este sector el sistema de fallas está formado por fallas de bajo ángulo, que han sido localmente rotadas a mayores ángulos por apilamiento tectónico y reactivación de fallas del Cretácico de alto ángulo que probablemente controlan a estas estructuras de basamento en profundidad (Martino, 2003). Existen antecedentes de terremotos históricos dañinos con epicentros en las Sierras Pampeanas Orientales de magnitud moderada (6.0 aproximadamente) ocurridos en 1934 y 1936. Los estudios paleosismológicos han sugerido que la misma región epicentral de estos dos terremotos han experimentado otros grandes terremotos en el pasado (Costa et al., 2001, 2010). Algunos signos de deformación moderna provienen de numerosas características neotectónicas descritas para la parte sureste de la región, cerca de la Sierra de Comechingones, donde se han reconocido fallas normales e inversas. La actividad sísmica de intraplaca utilizando el modelado de ondas sísmicas regionales de banda ancha del proyecto CHARGE en esta región para tres sismos ocurridos entre 2000 y 2002 indica mecanismos focales inversos y de rumbo a profundidades menores que 18 km (Alvarado et al., 2005). Recientes determinaciones sísmicas utilizando datos de banda ancha del Experimento Sismologico ESP realizado ente el 2008 y el 2010, muestran un gran número de sismos corticales en las Sierras de Córdoba, con profundidades focales entre 5 km y 25 km (Richardson et al., 2012). Estas observaciones revelan que la actividad sísmica para las Sierras de Córdoba ocurre principalmente a profundidades de corteza superior a media. Las imágenes de la estructura cortical utilizando el método de funciones de receptor local de alta frecuencia para puntos de conversión común en la corteza de las Sierras de Córdoba (Perarnau et al., 2012). El estudio de dos transectas situadas alrededor de 31ºS y 32ºS indica un modelo de corteza con un espesor promedio de entre 35 a 38 km, una velocidad de ondas P promedio de 6,2 km/s, la cual es relativamente baja comparada con valores que identifican a otras regiones de las Sierras Pampeanas y una relación de velocidad Vp/Vs baja de 1,77. Estos parámetros son consistentes con una corteza continental mayormente granítica (Ahumada et al., 2013). La señal correspondiente al Moho se asocia a un contraste alto entre las velocidades sísmicas de acuerdo con el carácter granítico de la corteza situada por encima del manto superior de naturaleza típicamente máfica. En general la señal del Moho profundiza hacia el oeste, pero localmente se presenta un área profunda en el lado occidental de la Sierra Chica visualizado por un desplazamiento vertical de la señal de Moho. Esto podría representar una característica heredada del tipo de corteza en su parte inferior que se habría formado durante la acreción del terreno Pampia con el cratón del Río de la Plata. Los desplazamientos en la estructura intra-cortical de las Sierras de Córdoba sugieren que las fallas inversas expuestas en superficie, continuarían a mayores profundidades, tal como se muestra en el modelo estructural (Fig. 1). Sin embargo, no está claramete definido cómo actúan las zonas de decollement en el modelo estructural que se propone para las Sierras de Córdoba relacionado al levantamiento de los bloques de basamento. Se destaca que las estructuras de fallamiento reconocidas penetran en la corteza superior hasta una profundidad de unos 27 km. Ambas transectas señalan a esta profundidad como el inicio del nivel inferior de la corteza observándose una región situada entre la discontinuidad intra-cortical más profunda, situada a profundidades de 22 a 27 km y el Moho (35-38 km) que podría representar una zona que se está deformando de manera dúctil antisísmicamente o simplemente, una región que de alguna manera resiste a la deformación frágil.