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La convergencia entre las placas de Nazca y Sudamericana origina una de las regiones de mayor actividad sísmica en la zona andina de trasarco entre 30ºS y 32ºS (Gutscher et al., 2000) (Fig 1). Los estudios sismológicos a nivel global y regional (Barazangi e Isacks, 1976; Cahill e Isacks, 1992; Pardo et al., 2002; Alvarado et al., 2005; Anderson et al., 2007) han permitido identificar dos tipos de actividad sísmica en esta región: localizaciones sísmicas correspondientes a la zona de Wadati-Benioff definiendo claramente la morfología superior de la placa oceánica bajo Sudamérica en posición horizontal a profundidades de ~100 km (Anderson et al., 2007) la cual estaría relacionada con la prolongación hacia el continente en dirección noreste de la dorsal de Juan Fernández actualmente en subducción (Anderson et al., 2007; Alvarado et al., 2009); otra actividad sísmica se relaciona con la sismicidad cortical que se nuclea mayormente en el terreno Cuyania (Smalley et al., 1993; Alvarado et al., 2005; Alvarado et al., 2010). Durante los años 2007 a 2009 se desplegó una red sismológica local SIEMBRA (?SIerras Pampeanas Experiment using a Multicomponent BRoadband Array?) entre 30ºS y 32ºS y 66ºO y 70ºO en el marco de un proyecto internacional entre la Universidad de Arizona (EEUU), la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) y el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES - Argentina). La red de cuarenta sismógrafos de banda ancha de tres componentes provenientes de ?Incorporated Research Institutions for Sismology-Program for Array Seismic Studies of the Continental Lithosphere? (IRIS ?PASSCAL, de EEUU) distribuidos en un área de 400 km x 250 km aproximadamente, registraron la sismicidad local, regional y global en forma continua durante dos años. Esta ventana de tiempo ha permitido registrar una secuencia de sismos corticales de magnitudes moderadas de norte a sur en la región de contacto entre los terrenos de Chilenia y Cuyania (Ramos, 1986) entre el 23 enero de 2008 y el 11 de marzo de 2009 (Fig. 1). La distribución de esta sismicidad es consistente con la misma zona donde se produjo el mayor terremoto de la era pre-instrumental en 1894 (INPRES, 2010). A partir de los sismogramas observados por la red SIEMBRA para esta secuencia de sismos se ha realizado la inversión del tensor momento sísmico para un sismo ocurrido el 23 de enero de 2008 con epicentro en el NW de San Juan. La metodología empleada se basa en la relación lineal que existe entre los desplazamientos sísmicos y los elementos del tensor momento sísmico, haciendo posible la determinación de cinco elementos independientes del tensor luego de asumir algunas simplificaciones. Así, la inversión lineal de los sismogramas observados (Langston et al., 1982) a distancias locales a regionales (Herrmann y Ammon, 1997) permite determinar los parámetros de fallamiento teóricos para un sistema de fuerzas de doble cupla y fuente puntual. Los resultados obtenidos para el sismo del 2008 junto con aquellos observados para los sismos de 2009 (Alvarado et al., 2010) permiten caracterizar la deformación sísmica de los sismos de mayor tamaño ocurridos recientemente en el límite occidental de la Precordillera. Los parámetros de los mecanismos focales obtenidos para los sismos analizados indican magnitudes entre 4.0 y 5.3 y mecanismos focales de fallamiento inverso a profundidades sísmicas de entre 5 y 37 km. Estos resultados son consistentes con estudios previos de Regnier et al. (1992) y Alvarado et al. (2005) para la sismicidad regional. Las soluciones representan las primeras determinaciones de mecanismos focales determinados para este sector más occidental de la corteza de Precordillera. Cabe destacar la relación probable entre su ocurrencia y la presencia de un área de debilidad representada por la zona de contacto entre los terrenos Chilenia y Cuyania.

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