La Corte y sus presidencias: la Corte Santiago Petracchi II

SEBASTIÁN LINARES; IGNACIO GIUFFRÉ

AD HOC

Lugar: Buenos Aires; Año: 2022 p. 272

978-987-745-233-4

Enrique Santiago Petracchi integró la Corte Suprema de Justicia de la Nación (en adelante, CSJN) a lo largo de más de treinta años, puntualmente, desde que fue designado como ministro del tribunal el día 21 de diciembre del año 1983, con el retorno de la democracia, hasta su fallecimiento el día 12 de octubre del año 2014. Si bien dicha etapa fue extraordinariamente rica, en esta obra de autoría colectiva vamos a analizar el período que corre desde el día 1 de enero del año 2004 hasta el día 31 de diciembre del año 2006,3 en el cual Petracchi ocupó por segunda vez la presidencia de la CSJN. A dicho período, lo llamaremos crítico o de coyuntura crítica, en tanto constituyó una bisagra que marcó un antes y un después en la historia de la máxima institución judicial argentina. Dicha caracterización responde, principalmente, a las transformaciones jurisprudenciales y no jurisprudenciales gestadas durante la segunda presidencia de Petracchi en la CSJN. Así pues, por un lado, dentro de este período se implementaron múltiples reformas institucionales muy singulares y de extendido alcance en la CSJN. Estas modificaciones, impulsadas desde adentro y desde afuera del tribunal, estuvieron orientadas tanto a admitir la participación de la sociedad civil en los procesos judiciales —v. gr., mediante amicus curiae, audiencias públicas— y en los procesos de selección de las personas propuestas para integrar la CSJN —v. gr., mediante presentación de avales o impugnaciones a las candidatas propuestas—, como así también a la transparencia y control de su actividad —v. gr., publicidad de las sentencias y de la circulación de los expedientes en trámite. Posiblemente, a partir de este giro institucional, la legitimidad democrática de los procedimientos de toma de decisiones de la CSJN se incrementó como nunca en su historia. Por otro lado, dentro de este período la CSJN emitió una serie de fallos muy emblemáticos y de enorme relevancia moral, política, económica, social y jurídica para nuestro país. Dichos fallos fueron novedosos, pues recayeron sobre materias en las cuales se carecía de criterios estables.