INVESTIGADORES
HUG Mercedes Ximena
congresos y reuniones científicas
Título:
Respuestas motoras de localización sonora en infantes
Autor/es:
HÜG, MERCEDES XIMENA; SANCHEZ, JORGE; HÜG, NICOLÁS; ARIAS, CLAUDIA
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; 30º Congreso Interamericano de Psicología. Sociedad Interamericana de Psicología (SIP); 2005
Institución organizadora:
Sociedad Interamericana de Psicología (SIP)
Resumen:
Los aspectos evolutivos de la habilidad de localizar sonidos en humanos comienzan a ser estudiados bajo condiciones experimentales recién en la década del ´80. Los procedimientos y métodos que se han desarrollado combinan diversas técnicas y definen distintas variables de respuesta infantil. El movimiento de cabeza es uno de los indicios más tempranos de la habilidad de localización sonora: apenas unos minutos después de nacer, los infantes giran su cabeza en la dirección de una fuente sonora (Perrott y cols., 1987). Otra respuesta que se ha empezado a utilizar en infantes es la conducta de asir un objeto sonoro (Clifton y cols., 1994; Clifton y cols., 1991). La aplicación de esta técnica indica que los niños pueden localizar objetos sonoros con precisión aunque no dispongan de información visual sobre el entorno ni de sus manos y brazos. Además, algunos autores indican que en la oscuridad el movimiento es más rápido y preciso (Clifton y cols., 1994). El trabajo que presentamos en la ponencia forma parte de un proyecto que se inscribe dentro de la línea de investigación en Ecolocación Humana del CINTRA, uno de cuyos objetivos apunta a construir una perspectiva teórica de la habilidad para percibir auditivamente obstáculos sin ayuda de la visión, i.e., ecolocación. Basándonos en la experiencia de Clifton y otros (1994), realizamos una prueba de localización de sonidos directos con infantes de 5 y 8 meses de edad, de ambos sexos con visión y audición normal. Los niños permanecieron sentados en la falda de sus padres mientras el experimentador les presentó un juguete sonoro en dos condiciones experimentales: luz y oscuridad. Se analizaron las respuestas motoras del infante, particularmente del brazo, mano y cabeza, tanto en el plano horizontal como en el vertical. Algunas de las dimensiones evaluadas fueron: duración del movimiento, latencia, intento de alcance exitoso (o no), entre otras. Para ello se utilizó un sistema de video para capturar y almacenar imágenes y un programa informático desarrollado por el equipo para evaluar las respuestas motoras. Los resultados preliminares que obtuvimos indican que infantes de pocos meses de edad son capaces de localizar fuentes sonoras en la oscuridad. En una próxima etapa aplicaremos esta técnica a niños discapacitados visuales.