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La urbanización constituye una severa amenaza a la integridad ecológica dado que altera las condiciones bióticas y abióticas locales, promueve la homogenización de ensambles de especies y disminuye la conectividad entre hábitats remanentes. Los ambientes urbanos también facilitan el establecimiento de especies invasoras, profundizando la pérdida de nativas. Desde 1950 la población en ciudades aumentó casi cinco veces, representando actualmente más del 50% de la población mundial. En este contexto, la rehabilitación de ambientes urbanizados resulta fundamental para mitigar impactos dado que recupera funciones ecosistémicas, brinda oportunidades para recreación o educación ambiental y promueve la conectividad del paisaje. En este trabajo se revisan los antecedentes y necesidades de recuperación en las principales ciudades argentinas, donde vive el 89% de la población del país, siguiendo la tendencia mundial. Analizamos en particular el caso de la cuenca Matanza-Riachuelo, la más contaminada de Argentina y cuya desembocadura se encuentra ocupada por una de las 27 megaciudades del mundo (Buenos Aires). En esta cuenca desarrollamos un proyecto de investigación que aborda la problemática de planificación, ordenamiento territorial, y aceptación social de medidas en rehabilitación ambiental. Se identificaron sitios con potencial para distintos tipos de manejo y las necesidades de aplicar técnicas de restauración activa en el gradiente urbano-rural. La degradación de los sitios está vinculada al uso del suelo adyacente y tanto los objetivos como las herramientas de rehabilitación deben ser planteados en este escenario. Se discuten las implicancias de estos resultados para fundamentar políticas públicas tendientes al manejo integral de la cuenca.

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