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En un escenario de crecimiento demográfico, cambio climático y degradación de los ecosistemas naturales, movimientos sociales junto con expertos de distintas disciplinas vienen planteando la necesidad de un cambio de sistema agroproductivo. En la Argentina, el modelo de agronegocios implicó un proceso de profundo deterioro ambiental y sanitario en las zonas rurales del país, lo cual promovió una creciente conflictividad social centrada, en un principio, en torno al uso de pesticidas, y, luego, en torno al tipo de agricultura a implementar. En el debate sobre alternativas posibles al agronegocio, la agroecología se presenta como una de las opciones más atractivas, al ser una propuesta integral para una agricultura socialmente más justa, económicamente viable y ecológicamente apropiada.Los proyectos de tesis doctorales de las becarias Antonini y Espinosa Rubiano apuntan a analizar la estructura y la dinámica de las redes de expertos y las redes de experticia que vinculan a movimientos sociales con expertos para el desarrollo de nuevos conocimientos en agroecología y la promoción de políticas agrarias que la implementen. Ambos proyectos se enmarcan en el PICT Redes de expertos y experticia en los procesos de resistencia y en la promoción de alternativas al modelo de agronegocios en la Argentina (2001-2020), dirigido por Florencia Arancibia. Los proyectos de tesis doctoral de las becarias se proponen identificar y analizar las redes que operan en la promoción de la agroecología en dos regiones del país diferentes en términos geográficos, sociales y culturales. Un proyecto se centra en Buenos Aires, provincia de la llamada zona núcleo del agronegocio en Argentina, donde la promoción de la agroecología se presenta como una transición e involucra principalmente a pequeños y medianos productores que son dueños de la tierra. El otro proyecto se desarrolla en una franja que comparten las provincias de Salta y Jujuy, donde la promoción de la agroecología se presenta más bien como una práctica incompatible con la del agronegocio e involucra principalmente a comunidades originarias y movimientos campesinos, que no poseen la tenencia de la tierra y que participan activamente de conflictos vinculados con esta problemática. Es de esperar que las particularidades de ambos territorios le impriman diferentes características y dinámicas a las redes a analizar. En el primer caso, la hipótesis de la que se parte es que la Red Nacional de Municipios y Comunidades que fomentan la agroecología (RENAMA) funciona como una red de experticia y una red de expertos movilizados simultáneamente, y se centra la atención en esta red. En el segundo caso, no se parte de ninguna hipótesis previa sobre la/s red/es que operan en el territorio, con lo cual el primer paso es identificarlas. Con los resultados de estos proyectos se espera aportar a la construcción de una teoría sólida sobre la coproducción de activismo y experticia, así como de sus implicancias políticas en diferentes tipos de conflictos y escenarios. Los resultados podrán servir de insumo a los expertos y a los movimientos sociales para coordinar mejor sus esfuerzos en la resistencia a las prácticas tecno-científicas que resultan nocivas para las grandes mayorías y en la promoción de alternativas superadoras.

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