INVESTIGADORES
DEANNA RocÍo
congresos y reuniones científicas
Título:
Las bayas fósiles de Solanaceae revelan la radiación global de una familia andina en el Eoceno
Autor/es:
DEANNA, ROCÍO; MARTINEZ, CAMILA; MANCHESTER, STEVEN; CAMPOS, ABEL; KNAPP, SANDRA; WILF, PETER; CHIARINI, FRANCO; BARBOZA, GLORIA E.; BERNARDELLO, GABRIEL; SAUQUET, HERVE; DEAN, ELLEN; OREJUELA, ANDRÉS; SMITH, STACEY D.
Lugar:
Jujuy
Reunión:
Simposio; XVIII Simposio Argentino de Paleobotánica y Palinología; 2022
Resumen:
Los Andes de América del Sur son el centro de diversidad de muchos clados de plantas cosmopolitas. Entre estas familias andinas, las solanáceas se destacan por las marcadas incongruencias entre las estimaciones de datación molecular y los recientes descubrimientos de fósiles. Las estimaciones de tiempo de divergencia basadas en los pocos fósiles confiables infirieron la edad de la familia alrededor de 49 Ma. Sin embargo, el posterior descubrimiento de tomatillos fósiles del Eoceno (género Physalis) de la Patagonia sugiere que la familia puede tener orígenes mucho más antiguos, en Gondwana, Sudamérica o la Antártida. Aquí, presentamos un conjunto más amplio de frutos fósiles de Solanaceae, incluido el primer registro de América del Norte y un nuevo registro de Colombia. Las afinidades taxonómicas de estos fósiles abarcan linajes adicionales del clado Solanoideae y todos están datados con confianza en el Eoceno temprano o tardío. Un análisis de agrupamiento (NMDS), basado en 15 caracteres morfológicos de siete fósiles y 291 especies existentes de Solanaceae, mostró la fuerte similitud morfológica de algunos fósiles con los fisaloides y otros con el clado Lycianthes/Capsicum (pimientos). La distribución geográfica de estos linajes, desde el sur de América del Sur hasta la formación Green River de América del Norte (actuales Wyoming y Colorado), indica que la familia de los tomates se diversificó mucho antes a lo estimado y puede haberse extendido hacia el norte a través de las islas caribeñas en el Cretácico tardío, ofreciendo la posibilidad de extenderse a Europa y Asia a través de conexiones terrestres. Además de proporcionar información sobre la historia biogeográfica de la familia, estos nuevos fósiles indicarían una flora de solanáceas antiguamente rica en el norte de América del Norte que ahora ha desaparecido.