INVESTIGADORES
LÓPEZ Cristian Ariel
congresos y reuniones científicas
Título:
El pluralismo científico como problema filosófico
Autor/es:
CRISTIAN LÓPEZ; MARIANA CÓRDOBA; HERNAN ACCORINTI
Lugar:
Sevilla
Reunión:
Congreso; IV Congreso Iberoamericano de Filosofía de la Ciencia y la Tecnología; 2017
Resumen:
La creciente especialización y diversificación de la práctica científica en los últimos cincuenta años condujo a un lento y agónico deceso del ideal universal de una ciencia unificada reductible a principios primeros. Como respuesta a esta gradual agonía, el campo de la filosofía de la ciencia experimentó una eclosión de nuevos enfoques que o bien buscaron defender unificaciones y proyectos reduccionistas locales o parciales ?renunciando así a un ideal universal?, o bien encontraron en esta diversificación científica las raíces de un enfoque pluralista, anti-reduccionista, anti-universalista y anti-fundamentalista. Esta última rama, de límites y pretensiones poco claras, aunque atrayente y vinculada a la efectiva práctica científica, recibió el rótulo general de ?pluralismo científico?. Uno de los primeros problemas filosóficos que el pluralismo científico puso en discusión fue la legitimidad y consistencia de tal perspectiva. En efecto, si bien el pluralismo científico no ha hecho más que extenderse y asentarse en el campo filosófico actual, integrando en su seno una miríada de enfoques y graduaciones, algunas versiones más radicales (aunque más sustanciales y filosóficamente interesantes) requieren, para su consolidación, de una evaluación conceptualExiste una pluralidad de pluralismos científicos. En términos generales, el pluralismo científico no se reduce meramente a la afirmación de que existe una pluralidad de teorías científicas o modelos; de ser así, no sólo rozaría el truísmo sino que sería una doctrina filosóficamente insustancial. Tanto el pluralismo científico como su igualmente múltiple adversario (el monismo científico) reconocen la pluralidad de teorías, modelos y métodos como un estado factual de la ciencia contemporánea. El pluralismo es fundamentalmente un enfoque acerca del carácter irreductible de esa pluralidad. Mientras que cualquier variante de monismo afirmaría que, al menos en principio, tal pluralidad puede eliminarse; el pluralismo científico abre la posibilidad de que esa pluralidad, o parte de ella, no pueda ser eliminada. La pluralidad de pluralismos científicos se funda, precisamente, en que hay diferentes maneras de sostener el carácter ineliminable de esa pluralidad en la práctica científica. Algunos autores han sostenido una versión localista de pluralismo (Kellert et al. 2006, Mitchell 2002, Kitcher 2001), según la cual hay regiones de la práctica científica actual donde la pluralidad de enfoques es una necesidad epistémica y metodológica ineludible, sin comprometerse con que ésta sea una regla válida extrapolable al resto de las regiones. Otros, en su lugar, han concebido al pluralismo científico como una empresa global (Carnap 1950, Chang 2012, Cartwright 1999, Lombardi y Ransanz 2015). Por otro lado, algunos filósofos han aceptado formas moderadas de pluralismo que admiten cierto grado de monismo científico e incluso formas de reduccionismo locales (Kitcher 2001, Mitchell 2002). Otra distinción en el interior del pluralismo científico involucra qué tipos de compromisos se asumen con respecto al realismo científico: mientras que algunos filósofos identifican la empresa pluralista con un movimiento fundamentalmente epistémico y anti-realista (Chang 2012 en cierto sentido, al defender un realismo extremadamente mínimo, Goodman 1978), otros han delineado una versión más radical conducente a un pluralismo científico realista o metafísico (Cartwright 1994, 1999; Lynch 1998, Chakravarty 2011, Dupré 1993, Lombardi y Ransanz 2015). Esta última versión de pluralismo es la que resulta no sólo filosóficamente más sustancial (al buscar combatir al monismo científico reduccionista en todas sus esferas ?metodológica, epistémica, ontológica) sino también más controversial; a esta versión nos dedicaremos aquí.En términos generales, el pluralismo científico realista (PCR, en adelante) afirma que puede haber más de una verdad acerca de cómo es el mundo, y que incluso descripciones incompatibles de la ?pretendidamente- misma realidad pueden ser verdaderas al mismo tiempo. Este tipo de pluralismo se basa en tres tesis o principios fundamentales. En primer lugar, como tesis metafísica, asume que el mundo es ?rico en propiedades?, el mundo no es simple sino plural (Cartwright 1994, 1999). Algunos autores han ido más allá y, en sintonía con un espíritu kuhniano, han afirmado que la ciencia no describe un mundo de manera múltiple sino que describe múltiples mundos (Lombardi y Ransanz 2015). En segundo lugar, PCR se compromete con una noción correspondentista de verdad, donde las leyes científicas son literalmente verdaderas (Cartwright 1999, Dupré 1993) y buscando preservar ?la idea de verdad como adecuación, acorde a la definición semántica de Tarski? (Lombardi y Ransanz 2015, 102). Finalmente, dado que diferentes teorías científicas son, frecuentemente, incompatibles entre sí y, acorde con esta versión metafísica del pluralismo, igualmente verdaderas, PCR ha eludido el problema de tolerar paradojas o dar lugar a contradicciones dentro de su enfoque mediante la noción de esquema conceptual: cada teoría científica es verdadera dentro de un esquema conceptual y describe la ontología perteneciente a ese esquema conceptual. En este punto, PCR construye lazos no sólo con tesis fundamentales de la filosofía kantiana, sino también, y fundamentalmente, con cierta forma de pluralismo sostenido por Rudolf Carnap (1950) y con el realismo internalista de Hilary Putnam (1981).En este trabajo analizaremos el estatus epistemológico y la viabilidad conceptual del PCR en el campo de la filosofía de la ciencia. En particular, argumentaremos que PCR se encuentra en un punto conceptualmente inestable corriendo el riesgo de convertirse en una variante refinada de monismo científico o en un relativismo trivial. Por un lado, señalaremos que la viabilidad de PCR depende de poder distinguir entre ?tener diferentes creencias respecto de? de ?tener diferentes conceptos de?: ¿qué elementos teóricos provee el pluralismo científico realista para poder establecer que diferentes teorías científicas pretendidamente verdaderas no están meramente sosteniendo diferentes creencias frente a un hecho sino que están involucrando conceptos diferentes? Recordemos que la legitimidad del pluralismo descansa en poder reconducir la pluralidad a una diferencia conceptual irreductible. Pero si el pluralismo científico no es capaz de trazar aquella diferencia, podría asumirse que cualquier disputa de creencias es una disputa de conceptos, conduciendo a su trivialización. De ser así el PCR sería una doctrina trivial al habilitar la existencia de tantos esquemas conceptuales como disputas posibles. Por otro lado, aunque en relación con lo anterior, argumentaremos que la consistencia entre teorías científicas resultante de su indexación a esquemas conceptuales conduce a cuestionar el estatus de PCR: si dos teorías científicas son consistentes por estar inmersas en diferentes esquemas conceptuales, entonces por definición refieren a diferentes ontologías, y consecuentemente no se están refiriendo a lo mismo. El problema es que este resultado es compatible con el monismo científico en dos sentidos fundamentales. Por un lado, el monismo sólo pretende eliminar aquellas pluralidades problemáticas que brindan descripciones incompatibles respecto a un mismo hecho o suceso. Por otro lado, si cada esquema conceptual ?construye? su mundo, dentro de cada esquema conceptual en definitiva predominaría el monismo científico. Además, si es posible trazar vínculos entre esquemas conceptuales, ¿cuál es la naturaleza de esos vínculos? ¿En qué se fundamenta la interinteligibilidad o intertraducibilidad de los esquemas conceptuales? La única salida habilitada a estas preguntas, aparentemente, consiste en apelar a alguna clase de monismo de orden superior. Por lo tanto, siendo así trataremos de argumentar que el PCR es sólo una versión refinada del monismo científico.Referencias bibliográficasCarnap, R. (1950). ?Empiricism, Semantics and Ontology?. Reprinted in the Supplement to Meaning and Necessity: A Study in Semantics and Modal Logic, enlarged edition, Chicago, University of Chicago Press.Cartwright, N. (1994). ?The metaphysics of the disunified world?. Proceedings of the Biennial Meeting of the Philosophy of Science Association, vol. 2: 357-364.Cartwright, N. (1999). The dappled world: A study of the boundaries of science. Cambridge, CUP. Chang, H. (2012). Is water H2O? Evidence, Realism and Pluralism. Dordrecht, Springer.Chakravartty, A. (2011). ?Scientific realism and ontological relativity?. The Monist 94 (2): 157-180Dupré, J. (1993). The Disorder of Things: Metaphysical Foundations of the Disunity of Science, Cambridge MA, HUP.Goodman, N. (1978). Ways of Worldmaking. Indianapolis: Hackett.Kellert, S., Longino, H. y Waters, K. (2006). Scientific Pluralism. Minneapolis, University of Minnesota Press.Kitcher, P. (2001). Science, Truth and Democracy. Oxford, Oxford University Press.Lombardi, O. y Pérez Ransanz, A. R. (2012). Los Múltiples Mundos de la Ciencia. Un Realismo Pluralista y su Aplicación a la Filosofía de la Física, México, Siglo XXI.Lynch, M. (1998). Truth in context. Cambridge: The MIT Press.Mitchell, S. (2002). ?Integrative Pluralism?. Biology and Philosophy 17: 55-70.Putnam, H. (1981), Reason, Truth and History, Cambridge, CUP.