INVESTIGADORES
GONZÁLEZ Facundo David Francisco
capítulos de libros
Título:
Pobreza Energética en Comunidades Indígenas De Salta: Una Propuesta Interseccional para el mejoramiento del Hábitat en Zonas Rurales Aisladas
Autor/es:
GONZÁLEZ, FACUNDO DAVID FRANCISCO
Libro:
Ciclo Temático Virtual de Posdoctorado (Parte I) Pensar la pandemia para comprender la sociedad: abordajes socioeconómicos y socioculturales.
Editorial:
Tiraxi
Referencias:
Lugar: San Salvador de Jujuy; Año: 2021; p. 327 - 346
Resumen:
La dimensión energética como constitutiva del hábitat social (Gonzalez, 2020) es objeto de investigación de múltiples campos disciplinares, desde las ciencias físicas y exactas, hasta las sociales. Comprender y generar propuestas alternativas sobre la transformación de la matriz energética argentina tiene implicaciones que van desde el diseño de simulaciones y prototipos que reemplacen los equipos que producen electricidad a base de combustibles fósiles, hasta el alcance de un Pacto Ecosocial (Svampa, 2020) que incorpore acuerdos relacionados con el cambio climático y sus implicancias. Sobre esto, la premisa no es un postulado posmoderno, sino que implica el mejoramiento del hábitat de una forma sustentable. La premisa es: ?un mundo habitado por todes en condiciones de dignidad debe ser sustentable y heredable para las futuras generaciones? (Svampa, 2020). En tal sentido, establecer las formas de relación entre el hábitat social y su dimensión energética debe apoyarse en una mirada crítica del extractivismo y del capitalismo acérrimo.Estamos pensando en las alertas del cambio climático y en las causas ambientales de la pandemia del COVID 19: ¿Es posible imaginar una migración del ideal de la fuente de combustible fósil hacía unas fuentes limpias, sustentables y que desarrollen y potencien los recursos regionales ? Los recursos naturales están disponibles y en la escala media pareciera viable una migración escalonada. Entonces ¿Qué frena esa migración? Antes de la pandemia los acuerdos de negocios nacionales y transnacionales y el lobby del petróleo. Pero, ¿Y para la pospandemia? Imaginar el escenario político social de la Argentina es un desafío en vistas de su sostenida inestabilidad. Sin embargo, parecieran abrirse horizontes que apuntan a un proyecto social que, aunque en su dimensión ambiental es laxo, pueda ser inclusivo. Muestras de esto son las intervenciones del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat y la participación de científicos del campo del hábitat en el diseño de las políticas públicas. En este último punto, las ciencias sociales pueden aportar desde el paradigma sociocrítico, comprendiendo las dinámicas de producción de hábitat en territorios disímiles y la producción de tecnologías de hábitat (Gonzalez, 2020) que apunten a una construcción de territorio apacible con los intereses sociales y ambientales de los mismos. Aunque asumiendo la complejidad del diseño de políticas públicas situadas, proponemos la incorporación de abordajes transdisciplinarios e interseccionales.La organización social de los cuidados (Faur, 2014) está condicionada por el acceso a la energía, ya que la misma permite bombear agua, cocinar y refrigerar alimentos, extender las jornadas de trabajo y/o estudio a partir de la iluminación, o poder utilizar distintos artefactos destinados para la comunicación (televisión, radio, computadora, telefonía móvil). Por esto, las tecnologías deben ser fiables, es decir, no estar sujetas a interrupciones continuas del servicio, seguras y no poner en peligro la salud. Además, deben ser económicas y asequibles en comparación con las alternativas disponibles. Estas condiciones no se cumplen en las comunidades indígenas rurales del noroeste argentino, lo que profundiza su vulnerabilidad y pobreza energética. Particularmente nos centraremos en el diseño de una propuesta de acceso a la energía de comunidades indígenas que habitan territorios rurales aislados en la provincia de Salta que, al mismo tiempo problematice las categorías que históricamente se emplean para analizar en intervenir en los procesos de la organización social de los cuidados. En este sentido, como señala Silvia Rivera Cusicanqui (2015) la organización social de los cuidados se asienta sobre el modelo civilizatorio moderno colonial que responden al ?modo de vida americano?:En este modelo, la familia nuclear, encabezada por el varón productivo, encerraba a la esposa en la multiplicación de tareas domésticas asociadas con la higienización de su entorno, de su cuerpo y el de su prole. Todo ello se enseñaba en la escuela desde donde el estado penetraba en los hogares y familias y comenzaba a diagnosticar sus costumbres y prácticas (?) como antihigiénicas, y a las comunidades indígenas como afectadas por una serie de patologías sociales (p.102) Resulta evidente que la sola incorporación de tecnologías en términos de equipo tecnológico, es decir, ?lo artefactual?, no es medida suficiente para reducir o mitigar la pobreza energética y mejorar el hábitat. Por ello, proponemos incorporar la noción de tecnologías sociales (Gonzalez, 2020) para aportar al diseño e implementación de políticas públicas de hábitat, que contribuyan a la construcción de territorio considerando dimensiones sociales, simbólicas, ambientales y artefactuales (Gonzalez y Chevez, 2016). De esta manera, apelamos a la producción de tecnologías sociales apoyadas en la simplicidad de los equipos, disponibilidad de materiales, bajo costo, uso de recursos energéticos disponibles y mantenimiento intuitivo (Gonzalez, 2020; Gonzalez y Rodríguez, 2020).En este trabajo destacamos la centralidad de la dimensión energética en la formulación y ejecución de políticas públicas como el PERMER y señalamos la pobreza energética como un objeto a ser atendida de forma integral e interseccional (raza, género y ambiente).