Los pinos, las palomas y los castores: valoraciones en la conservación de la naturaleza desde una mirada posthumanista

ANDRÉS VACCARI; GABRIELA KLIER

San Carlos de Bariloche

Jornada; IX Jornadas de Economía Ecológica; 2019

UNRN

El objeto es examinar la controversia de las ?especies invasoras? en el pensamiento ecológico desde una perspectiva posthumanista. Las especies invasoras son objeto de varias controversias. Una de éstas gira alrededor de la valoración de lo viviente. Por un lado, la perspectiva ecocentrista otorga valor intrínseco a especies y ecosistemas nativos, justificando la erradicación de ?las invasiones?; por otro lado, esta perspectiva entra en disputa con las corrientes animalistas que buscan evitar el sufrimiento de organismos sintientes. El terreno común que subyace a esta controversia es la distinción naturaleza-cultura, el debate más crucial en la antropología y las ciencias sociales. Así, la relación entre el origen antropogénico de las especies invasoras y su valoración son un foco para entrever los modos de separación y valoración de lo natural y lo cultural. Estos interrogantes abren a otras cuestiones que sitúan a las especies invasoras como cuasi-objetos, elementos monstruosos que se multiplican entre las dimensiones entre naturaleza y cultura. Indisociable de estos dos ítems es la dimensión metafórica de invasión, donde dichas especies adquieren una carga valorativa a priori y donde se distingue la noción de invasión (metáfora bélica que llama al combate y exterminio) versus la noción de impacto ambiental, que sugiere un proceso natural e inevitable. De este modo, las especies invasoras motivan diferentes estrategias de control e intervención ambiental.Desplegamos el análisis partiendo de uno de los casos emblemáticos en Argentina, el del castor canadiense (Castor canadensis) introducido en Tierra del Fuego en la década de 1940 para desarrollar la industria peletera. Nuestra meta es analizar a las especies invasoras desde el posthumanismo crítico, una perspectiva que busca cuestionar la distinción naturaleza-cultura, y las nociones asociadas de lo humano como posesor de la naturaleza y de los ecosistemas como dispositivos tecnológicos. Nuestra conclusión es que las valoraciones a priori sobre lo nativo y lo exótico ocultan la verdadera complejidad del problema.