INVESTIGADORES
VACCARI AndrÉs
congresos y reuniones científicas
Título:
Teologías de la tecnología: Sustantivismo, aceleracionismo, y la obsolencia de lo humano
Autor/es:
ANDRÉS VACCARI
Lugar:
Teresina (videoconferencia)
Reunión:
Congreso; IV Colóquio Filosofía da Técnica; 2019
Institución organizadora:
Universidade Federal do Piauí, Teresina, Brasil
Resumen:
p { margin-bottom: 0.25cm; direction: ltr; color: rgb(0, 0, 0); line-height: 120%; }p.western { font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11pt; }p.cjk { font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 11pt; }p.ctl { font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11pt; }a:link { color: rgb(0, 0, 255); }Elhumanismo confiere al reinode los medios (latecnología) un rol fundamental en el proyecto de transcendencia, esdecir, en la elevación de lo humano de lo animal a lo divino. Eneste sentido, el transhumanismo (la doctrina que aboga por elmejoramiento y optimización de las capacidades físicas y cognitivasdel ser humano por medios tecnológicos) es el heredero legítimo delhumanismo clásico, mientras que desnuda el carácter tecnológico detoda mediación y fetishiza a las nuevas tecnologías como las únicasvías de salvación. Ya no estamos hablando de educación, amistad yel ejercicio del intelecto como herramientas civilizatorias yhumanizantes, sino de implantes cognitivos e ingeniería genética.Las reflexiones de Peter Sloterdijk (2004) en torno a estos temas sonesclarecedoras: el pasaje del humanismo a la cultura posthumanísticagira alrededor de un cambio antropotécnico, una disrupción en lastécnicas de crianza mediante las cuales lo humano se hace a símismo. En concreto, los libros y cartas, tecnologías centrales delhumanismo, son abandonados en favor de la manipulación biológica. Asimismo,el (trans)humanismo conserva su aporía central: hay un ?humano?puro, no contaminado por la antropotecnia, un residuo metafísicodonde reside la libertad, la agencia. Irónicamente, encontramos esterazonamiento en llamados críticos, de rechazo a la tecnologíamoderna en pos de recuperar una humanidad originaria. Por ejemplo, enla conferencia de Jean-Paul Sartre de 1946, Elexistencialismo es un humanismo,(1973), el argumento principal, en las palabras de Bárcenas Monroy,consiste ?la devolución del hombre al hombre mismo, esto es,recuperar todo eso que la técnica, el capital, las visiones delmundo le han quitado: su mundo concreto, su capacidad de acción, ladecisión sobre su existencia propia? (2007: 28). Incidentalmente,todavía encontramos reiteraciones de esta narrativa en denunciasrecientes contra la colonización digital de la conciencia: NicholasCarr (2011), Eric Sadin (2017, 2018), y, particularmente, BernardStiegler (2002a, 2002b, 2004) (ver Vaccari 2018). Elposthumanismo, como su nombre indica, es crítico de la tesis del?residuo? humano y plantea la posibilidad de que no haya nadaexceptoantropotécnica;los medios son ontológicamente constitutivos de la agencia humana.La tesis de la agencia material sostiene que hay sólo, justamente,agencia material(unatesis que vemos claramente radicalizada en el panvitalismo de JaneBennett [2010]). No hay manera, entonces, de ?salvar? lo humano. ¿Cuáles nuestra situación, entonces? ¿Por qué hablar de una ?nueva?teología de la técnica o de la tecnología (términos que empleocomo sinónimos)? El posthumanismo es igualmente crítico de la tesisdistintiva de la nueva teología: la sustantivizacióndela tecnología misma como Espíritu y agente de la historia, inclusocomo telosyPunto Omega de esta misma historia. La nueva teología transforma ala tecnología en el motor fundamental del cambio histórico y factorcondicionante del destino de la especie.