Protección social y trabajo infantil en la Argentina

LUCÍA TRUJILLO; JUAN MARTÍN BUSTOS

Trabajo infantil en la Argentina: políticas públicas y desarrollo de experiencias sectoriales y locales

OIT UNICEF MTEySS

Lugar: Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Año: 2015; p. 1 - 352

La problematización del trabajo infantil como fenómeno y categoría analítica es relativamente reciente. Por un lado, porque conceptos como niñez y juventud son construcciones sociales que no operan en todos los países y culturas de la misma manera, y por otro, porque la naturalización y legitimación del trabajo remunerado o no en los niños, niñas y adolescentes también está sesgado por cuestiones culturales y morales.Si bien hoy en día existe cierto consenso mundial sobre lo que se considera como trabajo infantil, la delimitación exacta depende de las características culturales bajo las que se efectúa y los objetivos definidos en cada país, que son plasmados tanto en la legislación imperante como en las políticas públicas implementadas.Según la Encuesta Nacional de Protección y Seguridad Social del Ministerio de Trabajo Empleo y Seguridad Social (ENAPROSS, 2011), aproximadamente el 89,7% de los hogares cuenta con algún beneficio del Sistema de Protección y/o Seguridad Social, esto implica que el 92,1% de la población vive en un hogar que se encuentra recibiendo algún beneficio del sistema (94% en el caso de los NNyA). Del total de estos hogares cubiertos, el 86% accede a beneficios derivados de las relaciones laborales formales, que implican aportes a los distintos regímenes de la Seguridad Social (MTEYSS 2014b). Por otra parte, si se observa los principales derechos de protección social dentro de los dos grandes grupos poblacionales más vulnerables ?los adultos mayores y los niños, niñas y adolescentes (NNyA) - es preciso resaltar que: i. Argentina cuenta actualmente con una cobertura previsional superior al 90%4 mientras que en el año 2004 esta se encontraba por debajo del 70% y ii. El 83% de los NNyA está protegido por asignaciones familiares contributivas, no contributivas o implícitas; mientras que en el año 2004 sólo se llegaba a un 40% de NNyA cubiertos (MTEYSS, 2010). Esta expansión de la cobertura de los adultos mayores y de los NNyA se registra principalmente en los tramos de ingreso más bajos, por lo que incide positivamente en los hogares más vulnerables y desvinculados previamente de derechos sociales de protección.Teniendo en cuenta la evolución de estos dos procesos -la menor incidencia del trabajo infantil y la mayor cobertura del Sistema de Protección Social- el objetivo de este capítulo es explorar los vínculos entre ciertos componentes del sistema de protección social y la reducción del trabajo infantil. Para esto se recurre a una estrategia que pone el foco tanto en el cambio entre 2004 y 2012, como en la caracterización de la situación reciente.