INVESTIGADORES
PLOT Martin Fernando
artículos
Título:
Transiciones
Autor/es:
MARTIN PLOT
Revista:
Umbrales de América del Sur
Editorial:
Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2009 p. 41 - 50
ISSN:
1669-9904
Resumen:
En muchos de los procesos de transición a la democracia de las últimas décadas, desde los originados en Europa del sur en los años setenta hasta la transición sudafricana de los noventa, los nuevos regímenes políticos nacieron en discontinuidad constitucional con los antiguos, creando así la necesidad de iniciar procesos constituyentes que debían enfrentarse con la dificultad de generar constituciones democráticas a partir de condiciones no-democráticas. El caso argentino, sin embargo, tuvo características distintas. En 1983, en discontinuidad con la dictadura más radical que la Argentina haya sufrido en su historia, pero repitiendo una situación que ya se había dado en transiciones anteriores, la república iniciaba una vez más el proceso de restauración del orden político y jurídico establecido por la vieja Constitución de 1853. Analistas de transiciones a la democracia como Andrew Arato sostuvieron frecuentemente que la Argentina hubiese hecho bien en aprovechar la transición del 83 para embarcarse en un proceso completamente nuevo de diseño constitucional. De haber hecho esto, dicen los críticos, la república hubiese estado en condiciones de generar un documento nuevo, más adecuado a las realidades políticas, las dinámicas institucionales y los principios normativos de los nuevos tiempos. Sin embargo, a pesar de no haber sido esto lo ocurrido, la transición/restauración iniciada en esa histórica coyuntura no se pareció en nada a las anteriores. Si bien el orden jurído y político reiniciado era el mismo que había sido interrumpido por la dictadura militar siete años antes, la cultura política advenida como resultado de aquella experiencia política tiñó el período de tonos fundacionales que la capacidad posterior de supervivencia del régimen, incluso en condiciones sociales y económicas muchas veces terriblemente adversas, confirmó en su profundidad. Como discuto en este trabajo, no hay análisis que pueda dejar de lado la aparición del discurso de derechos humanos durante y en oposición al Proceso mismo, su ocupación del centro del espacio público a partir del vacío político generado por la derrota en Malvinas y, luego de instituido el nuevo régimen, su generalización como promesa de nunca más y como expansión del alcance del juzgamiento de los crímenes cometidos. El nuevo régimen, sin duda, era mucho más fundacional, dado su fundamental rechazo cultural al pasado reciente, de lo que la aparente mera restauración del orden jurídico anterior pudiese haber hecho pensar. Sin pretender sugerir que las situaciones de ambos países sean análogas, o que las diferencias entre lo ocurrido en ambas naciones sean menores, quiero sugiero en este texto que el gobierno de Barack Obama se enfrentó a disyuntivas muy semejantes a las que caracterizaron al gobierno de Raúl Alfonsín. Es más, creo que nuestra comprensión de las dificultades que presentan las circunstancias de la transición de Bush a Obama en los Estados Unidos, y las posibilidades de aquello que todavía está por venir, pueden verse iluminadas significativamente si mantenemos en el horizonte de nuestro análisis tanto las dificultades como las posibilidades que caracterizaron al gobierno de la transición argentina de 1983. Revista indexada en el Sistema Integrado CAPES