Introducción. La crisis de un mundo en guerra

HORACIO MACHADO ARÁOZ

La producción socioecológica de la pandemia

Bajo Tierra Ediciones / CLACSO

Lugar: Ciudad de México; Año: 2022; p. 11 - 19

En la vorágine inercial de los acontecimientos, la lógica del poder parece capaz, una vez más, de volver a fagocitar cualquier ejercicio de reflexividad que ose poner en cuestión el sentido naturalizado del (extraño) modo propiamente moderno de habitar la Tierra que hoy se cierne sobre el mundo. Y la pandemia revela hasta qué punto ese modo y ese mundo es propiamente el de la guerra. Devela a la guerra como la ‘esencia’ de la ontología política moderna: la guerra emerge como el nervio medular constituyente de la llamada “civilización moderna”; una tal dicha “civilización” que, en nombre de la universalidad de lo humano, ha invadido la Tierra, los cuerpos y los suelos, los cielos y los sueños, hasta dejar todo literalmente infectado con una insaciable sed de poder, de dominio y de control absoluto que parece no tener fin. La conquistualidad como habitus ha completado su derrotero de destrucción y devastación como horizonte de “progreso”. Un progreso concebido como guerra de conquista; que ha convocado entre sus filas a la ciencia y al poder estatal; al mundo empresarial y a la lógica “evolucionista” de la competitividad y la máxima rentabilidad. Es justamente esa pragmática y esa lógica de guerra la que nos ha arrojado ahora en el espacio-tiempo en el que estamos: en los confines del “fin del mundo”; de su agotamiento. La Era del Capitaloceno habla de un momento en el que la guerra de conquista -reflejo originario estructurador de las subjetividades hegemónicas modernas- se llegado ya a extenderse por toda la faz de la Tierra, hasta sus confines; ha transformado el mundo en un mundo-en-guerra-perpetua. Es la época del mundo de la vida trastornado y convertido en el mundo de la guerra.