BECAS
MORETTI NicolÁs Domingo
congresos y reuniones científicas
Título:
Infancia, educación profesional y desigualdad en la obra salesiana en Córdoba, a comienzos del siglo XX.
Autor/es:
NICOLÁS D. MORETTI
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Jornada; V Jornadas de estudios sobre la infancia: Experiencias, políticas y desigualdades; 2018
Institución organizadora:
Universidad Nacional de San Martín, la Universidad Nacional de General Sarmiento - Universidad de Buenos Aires - Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires
Resumen:
Durante las primeras décadas del siglo pasado la ciudad de Córdoba experimentó un acelerado proceso de modernización que, a la par del crecimiento económico, dio lugar al surgimiento de serios desajustes sociales. La situación de la infancia en condición de riesgo se reveló allí como una de las facetas más visibles de la cuestión social, expresada en particular en la presencia de niños de sectores populares en los espacios urbanos, a través de múltiples manifestaciones que traducían su desigual participación en los beneficios materiales de la expansión económica: huérfanos y abandonados por sus padres, empleados en precarios empleos como canillitas, lustrabotas, ?changarines?, criados o incluso como mano de obra barata en talleres e industrias, ?rateros? que protagonizaban pequeños delitos, fueron algunas de las realidades atravesadas por una porción importante de niños cordobeses en esos años. Experiencias que reflejaron condiciones sociales marcadas profundamente por la desigualdad, presente en las ocupaciones y actividades realizadas, en el consumo de bienes materiales y culturales, e incluso en las representaciones elaboradas por los adultos.En el contexto del predominio de un Estado liberal y la acción social de entidades benéficas del sector privado, numerosas instituciones se abocaron a atender las demandas de aquellos sectores marginados del ?progreso?. Fue allí que los salesianos cumplieron un rol protagónico en el concierto de establecimientos destinados a la atención de los niños y jóvenes en condición de riesgo, ocupándose de la formación profesional y cristiana de las clases desheredadas. La inclusión al circuito productivo por vías de la educación práctica de amplias franjas de la población infantil hasta ese momento marginadas, significó un avance para quienes destacaban la misión civilizadora de los ?hijos de don Bosco?. En el interior de sus colegios, los salesianos dividieron el alumnado en dos grandes grupos con trayectos educativos diferenciados, ?estudiantes? y ?artesanos?, que emulaban la división de clases presente en la sociedad. Allí, los niños atravesados por experiencias de carencia y marginalidad fueron los destinados a llenar las vacantes de una educación orientada a formar obreros y artesanos, dejando las profesiones liberales para quienes, con mejor fortuna, se les daba la posibilidad de elegir otro destino. La incorporación de los ?hijos del pueblo? a los talleres salesianos fue la síntesis de una pedagogía social que asignaba funciones distintas de acuerdo al origen y posición social. En esta concepción, tributaria de los lineamientos expresados por la Iglesia en la encíclica Rerum Novarum, tanto obreros como patronos debían consagrarse a las tareas reservadas a su puesto naturalmente asignado para asegurar así la armonía y el normal funcionamiento de la sociedad. En este sentido, la labor educativa realizada por la congregación en la Argentina y dirigida principalmente hacía uno de los sectores más vulnerables de la población, ha impedido ver en la matriz pedagógica de sus instituciones la reproducción de las desigualdades socialmente existentes. Es en la determinación del destino futuro que dicho proyecto educativo imprimió en los escolares donde deben buscarse los fundamentos de un mecanismo que, bajo el velo de la función igualadora en lo cívico y en lo moral, reprodujo las desigualdades que atravesaron el tejido social y, en particular, el mundo infantil en esos años.Aunque sus expresiones hayan estado presentes de manera tangencial en numerosos trabajos vinculados, mayoritariamente, a la cuestión social o el movimiento obrero, el fenómeno de la desigualdad no ha sido abordado suficientemente por la historiografía en nuestro país. En todo caso, la agenda de los historiadores no ha prestado demasiada atención a las causas profundas que producen los diferentes tipos de desigualdades y, menos aún, a los mecanismos que permiten su permanencia y reproducción. En sociedades complejas es esperable encontrar gran cantidad de diferencias y disparidades entre sus miembros, de allí que la mirada analítica debe posarse en advertir acerca de la magnitud de esas diferencias y, fundamentalmente, en visibilizar y comprender la equidad de los procedimientos que las producen, llamando la atención acerca de la legitimidad de la distribución de las cargas y beneficios entre todos los miembros de la sociedad. Nuestra intención en este trabajo es, justamente, avanzar en la comprensión histórica de los mecanismos de reproducción de las desigualdades sociales, fijando la vista hacia el interior de los espacios asistenciales. Esto no implica tanto relativizar las tareas de auxilio social llevadas a cabo por las entidades benéficas ? tanto laicas como religiosas ? en la modernidad liberal, como ampliar los horizontes de indagación sobre las formas en que la desigualdad se manifestó en ellas. Para ello, analizaremos el caso de una institución protagónica en la atención de la infancia en condición de riesgo en la ciudad, como fue la escuela de artes y oficios salesiana. En el rechazo a impugnar un orden social anclado en la inequidad de las labores y posiciones ocupadas por distintos sujetos, y en la reproducción de los mecanismos por los que dicho orden se perpetuaba, pueden encontrarse algunas pistas que expliquen tanto el crecimiento exponencial de una congregación que ocupó un lugar protagónico en la Argentina moderna, como la forma en la que la desigualdad persistió en una época de profundas convulsiones sociales.