Escenas piadosas en el paisaje devocional: los patrocinios espirituales de Ambrosio Funes en Córdoba durante el cambio de siglo (fines siglo XVIII- principios siglo XIX)

SCOCCHERA, VANINA ESTELA

Congreso; Naturaleza y paisaje. IX Encuentro Internacional sobre Barroco; 2017

A inicios del siglo XIX los procesos de tensiones políticas, religiosas y sociales que desencadenaron la caída del Antiguo Régimen fueron percibidos como un período de inestabilidad que modificaba la vida cultural y el paisaje urbano del Virreinato del Río de la Plata. Las prácticas devocionales que durante el período colonial habían permitido la distinción y prestigio social de ciertos actores sociales ?como el patronato laico, la donación de imágenes y altares a espacios religiosos? fueron algunas de las estrategias desplegadas para perdurar la identificación al orden establecido.Para promover un paisaje urbano que exhibiera la moral cristiana de la sociedad cordobesa, Ambrosio Funes ?reconocido vecino de filiación jesuita e integrante del cabildo secular? se propuso realizar una serie de inversiones espirituales para beneficiar a diversos espacios religiosos. En el marco de lo que podríamos llamar la configuración de un paisaje urbano devocional Funes se encargó de dotar las principales iglesias de la ciudad de Córdoba con imágenes y objetos suntuarios acordes a la espiritualidad barroca. Así Funes reinstaló el culto al Sagrado Corazón en la Catedral con un renovado altar, dotó a la iglesia de Santo Domingo de un nuevo altar a devoción de la Virgen del Rosario y otro a devoción de San Vicente Ferrer y colaboró con las monjas carmelitas y catalinas en la obtención de una custodia de plata para sus iglesias monásticas. Por otro lado, contribuyó con el envío de información a Gaspar Juárez ?jesuita exiliado en Roma y antiguo director espiritual de Funes ?para la redacción de una biografía edificante de la beata María Antonia de la Paz con el objeto de exhibir sus cualidades piadosas e influencias en los devotos vecinos de Córdoba y Buenos Aires.Funes agenció un fluido contacto epistolar para obtener aquellas imágenes y objetos suntuarios que fueran efectivos para fomentar las devociones así como para promover un paisaje renovado de espiritualidad barroca a comienzos del siglo XIX. En este sentido, las múltiples y simultáneas inversiones espirituales desplegadas por Funes con vías a obtener beneficios sociales y el establecimiento de redes devocionales agenciadas con diversos espacios religiosos de la sociedad cordobesa nos permiten pensar en la reconfiguración de un paisaje devocional urbano que a comienzos del siglo XIX se debatía entre la continuidad de su configuración barroca y el avance de los nuevos tiempos.