Introducción

BLANCO ESMORIS, FLORENCIA; CONFINO, HERNÁN; DE ABRANTES LUCÍA; GONZÁLEZ TIZÓN, RODRIGO; RAFFAELE, ANA CLARA; VERDENELLI, JULIANA

Experiencias en (con)texto

UNSAM Edita

Lugar: San Martín ; Año: 2020; p. 5 - 33

¿Cómo producir una obra coherente a partir de un conglomerado de investigaciones heterogéneas? Al comenzar el proyecto de este libro, lo primero que se hizo evidente fue que los trabajos seleccionados, más allá de su preocupación común por vincular la reflexión teórica con la realidad empírica, se caracterizaban por una profunda diversidad: de enfoques, temáticas, disciplinas, metodologías e, incluso, en el grado de formación de sus autores. Buena parte del éxito de la empresa compiladora, en consecuencia, dependía de la posibilidad de otorgarle unidad a esa multiplicidad inicial.Esta preocupación fue la que condujo hacia la noción de "experiencia" y la que definió su constitución como clave analítica de la obra: bajo su luz, las piezas heterogéneas cobraron la forma de un mosaico diverso pero coherente dentro del cual actores, prácticas, espacios y temporalidades diferentes entraban en diálogo. El libro, en este sentido, se planteó como un aporte a la reflexión sobre los caminos disímiles por los que los sujetos transitan la aventura de vivir en un mundo habitado también por otros. Recorridos particulares pero que, por su carácter situado y compartido, configuran un mosaico de experiencias en contexto. Como toda noción proveniente del campo de las ciencias sociales, la experiencia no posee un significado transparente ni, tampoco, unívoco. Su empleo como categoría de análisis, por otra parte, trascendió los cambios propios de las disciplinas sociales y se vinculó también con procesos políticos e históricos desarrollados a escala mundial desde la segunda mitad del siglo pasado. Procesos que, en lo fundamental, orbitaron en torno al fin de los llamados "grandes relatos" y a la visibilización creciente de los derechos y las luchas de las minorías. La rehabilitación de la acción de los sujetos en la historia, núcleo duro de la noción de experiencia, se gestó en paralelo a la crisis de las utopías revolucionarias y maximalistas propias de la modernidad. Lejos del esfuerzo -desde ya, imposible- por alcanzar una definición cerrada del término, la apuesta de esta obra consiste en resaltar su potencial como herramienta mediadora entre las posiciones binarias o de sesgo polarizante que caracterizaron durante décadas el horizonte de las ciencias sociales: individuo/sociedad, particular/general, agencia/estructura, acción/discurso, entre otras. Contra este tipo de miradas, la experiencia funciona como un prisma que permite observar la realidad social desde distintos ángulos y disciplinas.