Pensamiento femenino: un aporte de la historia de las mujeres al estudio de las continuidades y los cambios en el concepto de trabajo

LUCIA BRACAMONTE

Valparaíso

Congreso; III Corredor de las Ideas del Cono Sur; 2000

Universidad de Valparaíso

Al referirnos a la historia de las mujeres entendemos que se trata de una corriente renovadora que se origina y evoluciona en el seno de una rama de la ciencia específica, la historia, encontrando allí sus basamentos y fundamentos profundos. La recurrencia a los parámetros de este marco disciplinario general se realiza tanto para cuestionar y modificar errores, omisiones, políticas científicas, etc., como para encontrar los soportes esenciales que permitan desarrollos significativos. El encuadre histórico de esta línea de investigación se revela en la importancia de la dimensión temporal, central en nuestra disciplina, ya que tiende a detectar el cambio y la permanencia en las conceptualizaciones culturales, así como su plasmación en sistemas de relaciones concretos. En este sentido, puede realizar, desde el punto de vista del género, contribuciones al análisis de la continuidad y la transformación en los idearios sociales.Ilustraremos este punto con el resultado de investigaciones referidas a la historia de las mujeres en Bahía Blanca entre 1880 y 1930. En esta etapa se produce la consolidación del Estado liberal y de su proyecto modernizador, que tiene gran impacto a nivel local, generando profundas alteraciones entre las cuales se inserta un intenso proceso de estructuración social. Haremos referencia a las representaciones en torno al trabajo femenino. Se trata de producciones discursivas contenidas en los periódicos y revistas, perteneciendo sus autoras a los sectores medios y altos de la comunidad bahiense.Es preciso plantear algunas reflexiones sobre las contribuciones potenciales del estudio del pensamiento femenino al examen de las continuidades y los cambios en la historia y, particularmente, a la construcción de la noción de trabajo. En primer término, el análisis del discurso de las mujeres desde el punto de vista del género puede aportar elementos valiosos para comprender la construcción del modelo patriarcal predominante, efectuada mediante discursos masculinos pero también femeninos. Nos acerca también a los mecanismos de perpetuación en la historia de los rasgos esenciales de este ideario y del contenido de muchos conceptos a él asociados, como el de trabajo. El mismo incluye las actividades extradomésticas asalariadas y no incorpora las tareas hogareñas de las mujeres, adquiriendo significados divergentes de acuerdo a la adscripción sexual de las personas. En consecuencia, la historia de las mujeres permite repensar ciertos aspectos de categorías empleadas tradicionalmente en el análisis histórico. Desde el punto de vista de las transformaciones, demuestra la potencialidad de esta línea de investigación para contribuir al estudio de las variaciones en los idearios sociales, sugiriendo un nuevo tópico de indagación: los intentos conciliadores que ciertas mujeres llevan a cabo para enmarcarse y adaptarse a este sistema de ideas hegemónico, adoptando sus justificaciones, al tiempo que abren una puerta a los cambios al aceptar los avances laborales de sus pares. Son estrategias que evidencian las formas de integración de tendencias divergentes. Finalmente, enlazando nuevamente con las continuidades, el estudio del pensamiento femenino nos muestra como un sistema de ideas puede cambiar, desplazarse y alterarse sin perder por ello la fuerza de su poder.