CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

La federalización de la ciencia y la tecnología (CyT) se ha ganado un lugar en la agenda de políticas en Argentina, a partir del reconocimiento de distintos problemas estructurales del sistema de CyT que se traducen en dos objetivos diferentes aunque relacionados: la des-concentración de recursos e inversiones públicas, y la des-centralización de la concepción, gestión o gobernanza de estas políticas. Tal es la relevancia que ha adquirido el tema que el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI), Daniel Filmus, ha llegado a destacar que 2022 será el año de la federalización de la ciencia y la tecnología. Sobre esta base, en los últimos años se generaron una serie de hitos o iniciativas inéditas: la sanción de una ley de financiamiento que explicita el objetivo de la federalización (y sus distintos alcances) y estipula un fondo anual para dicho fin; la discusión de un plan nacional de CTI que incorpora las agendas provinciales y regionales; la generación de proyectos especiales del CONICET con las provincias, atendiendo a los intereses y necesidades locales; una nueva ventanilla de ingreso a la CIC que busca fortalecer a las universidades y organismos de menor desarrollo relativo, y parcial e indirectamente también contribuye con las provincias de menor desarrollo relativo; la apertura de un importante número de concursos (que se espera sostener en el tiempo) en otros 16 organismos de CyT, varios de los cuales tienen una amplia presencia territorial; y el lanzamiento de distintos programas y convocatorias con título federal.En este marco, es necesario tener presente que toda iniciativa de redistribución, tanto de recursos como del diseño o administración de políticas, en pos de la des-concentración o la des-centralización, implica naturalmente pujas de poder y conflictos distributivos. Estos conflictos y pujas inherentes a la federalización de la CyT en Argentina, aunque a veces no tan visibilizados (o decididamente invisibilizados), han impregnado a las distintas iniciativas de avances, retrocesos y cuentas pendientes. El presente trabajo busca retratar, en base a diferentes análisis cuantitativos, algunas de estas controversias o claroscuros con cuatro ejemplos recientes entre 2020 y 2022 (es decir, en el marco de la última y más actual gestión de gobierno): 1) el Artículo 8 de la Ley de Financiamiento, el Programa de Federalización de la Ciencia y la Tecnología y el rol del COFECYT; 2) el Programa de Articulación y Fortalecimiento Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecnología COVID-19, también denominados Proyectos COVID-19 Federal; 3) el Plan de Fortalecimiento de los Recursos Humanos de Organismos de Ciencia y Tecnología; y 4) las últimas convocatorias e ingresos a la CIC de CONICET. Entre los resultados, se destacan diferentes inquietudes o problemas que podríamos separar en dos planos: por un lado, la cuestión de la potencia o el impacto real de estas políticas vis a vis las expectativas generadas; y por otro, la coherencia interna, los criterios o formas de implementación, que en algunos casos parecen conducir a resultados contrarios a los objetivos planteados.

enviar mensaje