INVESTIGADORES
SUAREZ Maria Victoria
congresos y reuniones científicas
Título:
Agricultura familiar y sistemas comunales en Santiago del Estero (Argentina): producir y comercializar en pandemia
Autor/es:
SUAREZ, MARIA VICTORIA; INFANTE, CAMILA
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; XVIII Encuentro de Geografías de América Latina; 2021
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Córdoba
Resumen:
En el actual escenario de pandemia por el coronavirus 19, se profundizan los debates sobre las limitaciones del régimen agroalimentario global para facilitar el acceso de las poblaciones a alimentos frescos. La principal limitación de esos regímenes es que, a pesar de su conexión e interdependencia, no ha sido capaz de contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional del mundo; en otras palabras, facilitar el acceso de toda la población a alimentos frescos, sanos y nutritivos.Si bien sectores productivos como la agricultura familiar y los sistemas comunales fueron afectados por las distintas medidas sanitarias impuestas por los gobiernos en este contexto, demuestran ser fundamentales para la provisión local de alimentos debido a su capacidad de adaptación ante situaciones desfavorables.El objetivo de la investigación busca comprender cómo fue respondiendo la agricultura familiar y los sistemas comunales -desde sus sistemas de producción y sus mecanismos de venta- a los cambios externos ocasionados por la pandemia. A partir de dos casos de estudio, se analizan los cambios ocurridos en la esfera de la producción y la comercialización para luego identificar las respuestas/estrategias productivo-comerciales y organizativas adoptadas en un marco de resiliencia territorial que generaron cierta repercusión en los pilares claves de las explotaciones, tales como sus estilos de producción, los circuitos cortos de comercialización que utilizaban para colocar sus productos y los procesos de acumulación alternativos.El concepto de resiliencia, constituye un punto de partida para repensar las comunidades y la capacidad que poseen para sobreponerse a los hechos infortunios y absorber los choques de modo que el sistema mantiene la misma función, estructura e identidad. Algunas experiencias aportan enseñanzas para seguir construyendo una resiliencia territorial aún en pandemia: énfasis en lo local-regional, reivindicación de la autonomía, desarrollo colectivo de las capacidades y recursos para controlar la propia situación de vida.El trabajo se apoya sobre un abordaje metodológico de tipo cualitativo. Se presentan dos experiencias de Santiago del Estero (Argentina), una familia productora hortícola del departamento Banda y un sistema comunal denominado Colonia Jaime del departamento Robles. Se emplearon fuentes secundarias, principalmente notas de periódicos provinciales y entrevistas semiestructuradas vía email y telefónicas a los productores entre marzo y abril del año 2020. Las preguntas giraron en torno a la reorganización de la producción, la modalidad de comercialización adoptada, la utilización y re combinación de recursos, los cambios en los ingresos, el sistema de fijación de precios, las relaciones interpersonales y las amenazas, oportunidades y aprendizajes obtenidos en este nuevo contexto global.Los resultados obtenidos destacan que ni la familia productora ni Colonia Jaime pudieron anticipar el panorama que asomaba, siendo sus principales temores, al inicio de las medidas restrictivas de circulación, la caída brutal de sus niveles de ingresos y la pérdida total o parcial de las cosechas (sobre todo las hortalizas que cuentan con escasas posibilidades de almacenamiento a largo plazo).Mientras que para la Colonia el cierre repentino de sus locales comerciales significó una sensible disminución de la demanda durante la primera fase de cuarentena obligatoria (además de la disminución de ventas en otras ciudades de la provincia debido a la prohibición de circulación interdepartamental), la familia sufrió la clausura de las ferias frutihortícolas pero inmediatamente tuvo oportunidad de conseguir la habilitación pública para circular y entregar bolsones económicos de verduras y frutas a domicilio y en diversos puntos de venta facilitados por personas amigas en el conglomerado La Banda-Santiago del Estero. De a poco la situación fue mejorando y Colonia Jaime pudo abrir sus locales ya que se considera rubro de primera necesidad, y la familia pudo desplegar y sostenerse a partir de esta nueva estrategia comercial.Por otro lado, la producción tanto en la Colonia como en la familia no experimentó grandes modificaciones (a comparación de otros productores hortícolas del departamento Banda). La familia, por ejemplo, gracias a los permisos de circulación, pudo reactivar la venta en otros canales comerciales tradicionales, tales como verdulerías mayoristas y minoristas y una rotisería de pastas. Colonia Jaime, por su parte, implementó dos nuevas modalidades comerciales: la venta de leche desde la casa comunera a una empresa de lácteos tradicional de la ciudad de La Banda (antes de la pandemia, los comuneros se trasladaban hasta la empresa para entregar la mercadería), y la venta telefónica, aunque en menor medida, que resultaría enviada por cadete.En cuanto a los ingresos, las ventas de la familia aumentaron durante todo el año 2020 un 85% respecto del último mes de feria (marzo 2020), y si bien disminuyeron los ingresos de la Colonia, no afectó considerablemente la cotidianidad de los integrantes debido a la capacidad de ahorro y el nivel de ingresos provenientes de procesos de acumulación alternativos y debido a la austeridad y simplicidad con la que deciden satisfacer sus necesidades básicas, las de la casa y el predio.Sin embargo, algunas de las limitaciones estuvieron marcadas por la incertidumbre en cuanto a la disponibilidad de mano de obra familiar, la conexión a internet y el aprovisionamiento de materia prima. Por su parte, los aprendizajes estuvieron fuertemente ligados a pasar tiempo de calidad con la familia y reflexionar acerca de cómo se venía trabajando en equipo.De ambas experiencias se pueden extraer tres grandes conclusiones: 1) la presencia de estilos de producción económicos que pueden alcanzar grandes escalas y diversos grados de relacionamiento con los mercados y tecnologías, 2) la diversificación de circuitos cortos de comercialización que permitió sostener las explotaciones durante la pandemia, y 3) la necesidad de pensar a futuro en los procesos de acumulación no capitalistas que contribuyan a potenciar a estos sectores productivos.