INVESTIGADORES
BARANDIARAN Soledad
congresos y reuniones científicas
Título:
Diagnóstico de Microsporum canis en gatos sin signos clínicos aparentes de dermatofitosis
Autor/es:
NORA GUIDA; MARCELA MARTINEZ VIVOT; SOLEDAD BARANDIARAN; GUILLEMI ELIANA; LUCIANO PARODI; EDUARDO VICENTE MORAS
Lugar:
Rosario, santa Fe
Reunión:
Otro; Reunión Científica y Técnica de la Asociación Argentina de Veterinarios de Laboratorio de Diagnóstico.; 2008
Institución organizadora:
Asociacion argentina de laboratorios de diagnostico
Resumen:
DIAGNÓSTICO DE Microsporum canis EN GATOS SIN SIGNOS CLÍNICOS APARENTES DE DERMATOFITOSIS Introducción Emmons, en 1934, clasificó los dermatofitos en tres géneros anamórficos (asexuales): Microsporum (M), Trichophyton y Epidermophyton, clasificación que sigue aceptándose en la actualidad. Entre los dermotofitos zoófilos, que originan micosis en los animales, a partir de los cuales se infecta el hombre, se puede citar a M. canis, Trichophyton mentagrophytes, var. mentagrophytes, Trichophyton verrucosum, Trichophyton equinum, Microsporum gallinae, etc. Estudios realizados en humanos con lesiones compatibles con dermatoficias, en distintos países demostraron la presencia de M canis. Así en  Zaragoza, España, se demostró un predominio de especies zoofilicas siendo el agente aislado con mayor frecuencia  el M canis (44%); otro estudio similar en Córdoba, España,  también demostró el aislamiento de M. canis (36,7%,) En la Argentina  el M. canis fue la especie aislada con mayor frecuencia (41,7%). En gatos la proporción de aislamientos de dermatofitos es normalmente más elevada que en los perros,  superior al 20%. Los cultivos positivos en gatos son mayores en gatos con sospecha de dermatofitosis que en gatos asintomáticos, con excepción de aquellos infectados sin signos clínicos aparentes o los portadores mecánicos transitorios. El gato es considerado el principal reservorio de M. canis. En un análisis global realizado por Cabañes ( 2000), observó que en  los resultados que aportan los distintos autores  cuando realizan muestreos en gatos aparentemente sanos, se observa una gran variabilidad en los porcentajes de cultivos positivos citados, oscilando entre un 2,2 y un 90%. Esta gran variabilidad hace que al calcular de forma global el porcentaje de cultivos positivos en la totalidad de animales estudiados por los distintos autores el resultado obtenido (20,1%) sea parecido a la media de aislamiento obtenida con animales con lesiones (25,8%). En términos generales se puede decir que el número de gatos que presentan un cultivo positivo para M. canis suele ser mayor que el número de gatos que presentan dermatofitosis. Esto se debe a que se incluyen   animales con enfermedad clínica aparente, los asíntomáticos infectados, y los portadores mecánicos transitorios, en los que parece ser que M. canis formaría parte de la microbiota transeúnte. La presencia de M. canis en la piel y pelo de los gatos puede variar según el ambiente donde vive el animal (ej. gato casero, callejero, etc.), y según el estado inmunológico que presenta;  se ha citado una presencia mayor en gatos infectados con el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV) que en gatos sin presencia de anticuerpos contra el FIV. Materiales y métodos Se estudiaron 2 poblaciones de animales de diferente hábitat, 55 gatos de un hogar para ancianos, con vida libre en área cerrada de jardines y 185 gatos hogareños, asistentes a la consulta clínica general, pertenecientes a  una comunidad ubicada en zona de riesgo sanitario Ambas poblaciones sin signos clínicos aparentes  y situadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Para la toma de muestra se utilizó la técnica de cepillado descripta por Mackenzie  (1963) del pelaje de cabeza, cuello, dorso pecho y zona abdominal. Los cultivos se realizaron  introduciendo las púas del cepillo en el medio de cultivo Lactrimel de Borrelli adicionado de cloranfenicol y cicloheximida. Se incubaron en estufa  a 28 ºC, durante 30 días. Generalmente, la esporulación se produce a los 7-10 días de incubación. Aproximadamente a las dos semanas es el mejor momento para observar el aspecto característico de las colonias y su morfología microscópica. Entre sus características morfológicas macroscópicas destacan un crecimiento rápido, mostrando, hacia los 10-15 días, colonias con anverso blanco de aspecto velloso, plano, radiado o lanoso; al reverso color anaranjado. Cuando lo observamos al microscopio apreciamos un micelio filamentoso, hialino, tabicado, con frecuencia formando hifas en forma de raqueta y numerosas macroconidias verrugosas, fusiformes, de pared gruesa, con tendencia a que sus extremos puntiagudos anteriores se curven levemente hacia un lado, con abundantes tabiques (generalmente entre 5 y 7, pudiendo llegar hasta 15). Los microconidias son en forma de maza, sésiles, en número variable, sin valor diagnóstico; también pueden observarse clamidosporas, hifas pectíneas y cuerpos nodulares. Resultados De los 55 gatos de vida libre  del hogar para ancianos resultaron 5 positivos al cultivo de  M canis (10 %) y de los 185 y hogareños fueron positivos al cultivo de M canis 82  animales (44%). Discusión M. canis se aisla más frecuentemente de gatos que presentan un mayor riesgo de infección o exposición por su contacto con gatos infectados o con un ambiente contaminado con un elevado nivel de artroconidios viables. Los gatos portadores transitorios de M. canis, suelen convertirse en cultivo negativos para este dermatofito, después  de localizarlos en áreas limpias.  En general, los gatos caseros presentan porcentajes inferiores de aislamiento de M. canis que los callejeros. Nosotros hallamos mayor número de cultivos positivos en muestras de pelos de gatos hogareños, pero dentro de este grupo, la mayoría de los gatos de la población, por las características de la zona, gozan de  libertad para deambular y tomar contacto con gran número de gatos hogareños y callejeros. Los animales del hogar de ancianos, si bien gozan de libertad, deambulan dentro del mismo predio y no tienen contacto con gatos fuera de la colonia. No se debiera considerar al gato como hospedador natural de esta especie, ni que M. canis esté incluido en la microbiota residente, permanente o normal del pelo del animal. Estos  están constantemente expuestos al medio ambiente y pueden adquirir una microbiota transeúnte variada y compleja. En muchos casos esta microbiota va a depender de factores geográficos y/o, socioeconómicos, entre otros. Podemos considerar al gato como principal reservorio de este dermatofito, y ser el principal animal transmisor de M. canis al hombre. Destacamos la importancia de aplicar esta técnica diagnóstica para identificar a los animales positivos al cultivo y realizar de un examen clínico exhaustivo para encontrar pequeñas lesiones en gatos asintomáticos y realizar el tratamiento con griseofulvina. En el caso de los animales portadores mecánicos transitorios, en los que M. canis formaría parte de la microbiota transeúnte  cabría verificar si tienen contacto con animales o ambientes infectados para realizar el control de los mismos. -Casal M, Linares MJ, Fernandez JC, Solis F. Dermatofitos y dermatofitosis en Córdoba (España). Enferm Infec Microbiol Clin 1991;9:491-494. -F.Javier Cabañes Dermatofitosis animales. Recientes Avances  Rev Iberoam Micol 2000; 17: S8-S12 -Fortuño B, Torres L, Simal E., Seoane A., Uriel JA, Santacruz C. Dermatofitos aislados en muestras clínicas. Estudio de 5 años en Zaragoza. Enferm Infec Microbiol Clin 1997; 15:536-539. -Mackenzie DWR. 1963. Hairbrush in detection and erradication of non-fluorescent scalp ringworm. Br. Med. J. 363-365. -Mangiaterra ML. Giusiano GE., Alonso JM, Pons De Storni L, Waisman R. Dermatofitos en el Gran Resistencia, Chaco (Argentina) Boletin de Medicina Regional 1999; (20) p 24.