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Esta ponencia analiza a través de la historia de los sistemas de transporte subterráneos el modo que en estas infraestructuras de transporte circularon y fueron recepcionadas a fines del XIX y principios del XX, cómo movilizaron no sólo personas y enormes recursos económicos y técnico sino ideas e imágenes sobre la ciudad y la modernidad entre el viejo y nuevo mundo. Londres, como paradigma de esta innovación tecnológica fue al mismo tiempo un modelo a seguir, pero también a evitar, en el sentido de que se evitó construir túneles profundos como los londinenses. Este aspecto técnico estuvo atravesado por percepciones y representaciones sobre el espacio subterráneo, pero también sobre lo que se consideró nuevo o moderno. Asimismo, esta tecnología estuvo modelada por la política (municipal) y las aspiraciones de las elites locales en la construcción de una ciudad moderna. Los casos de Boston (1896), Nueva York (1904) y Buenos Aires (1913), muestran, además, la particularidad de lo que llamamos el ?subteamericano?, el modo en que se va innovando esta tecnología de acuerdo a las demandas y aspiraciones de las elites locales en contraste con Europa. A través de una historia cultural transnacional de esta tecnología de transporte, por lo tanto, es posible comprender cómo la modernización técnica de las ciudades americanas estuvo fuertemente ligada a las imágenes de ciudad moderna que no buscaron solamente ser una copia de las europeas sino imprimir su propia identidad.

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